MADRID - Una de las posibilidades que el Gobierno español ha tenido siempre encima de la mesa para enfrentarse al proceso soberanista catalán, defendida por algunos y temida por otros tantos por taxativa, es la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que conlleva la suspensión de la autonomía de una comunidad. Se trata de una medida nunca utilizada en democracia, y que tampoco se esgrimirá ahora contra el procés por una cuestión meramente técnica: ante la cercanía del referéndum previsto el 1 de octubre, el gabinete de Mariano Rajoy se ha quedado sin tiempo para que el 155 resulte efectivo.
Así lo aseguró ayer el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, quien descartó esta posibilidad “por razones temporales y jurídicas”, ya que a estas alturas no resolvería la situación. “Por razones de práctica temporal y jurídica, en estos momentos el artículo 155 no resolvería el problema”, insistió. De este modo, el PP se queda sin una baza en teoría propicia dada su situación de mayoría en el Senado. Este artículo permite obligar a un gobierno autonómico al cumplimiento forzoso de sus obligaciones, aunque no precisa cómo.
El propio Hernando abogó, en una entrevista en Europa Press, por medidas “más oportunas y realistas”. En este sentido, explicó que está en manos de los tribunales responder al incumplimiento de la ley o decidir si se cometen delitos como el de sedición, una sublevación ante el orden jurídico. “Nosotros estaremos respaldando las medidas que sean razonables y eviten esa situación”, aseveró. El portavoz popular afirmó que el peso de la ley “acaba cayendo encima” de quien no acata las normas y recordó que ya hay dirigentes políticos como el expresident Artur Mas y su exconsejero Francesc Homs que han sido condenados por la consulta del 9 de noviembre de 2014. “Si alguien quiere seguir pegándose tiros en el pie, que siga por ese camino”, advirtió.
Preguntado por el posible uso de la fuerza para evitar que se coloquen urnas el 1 de octubre y que se celebre un referéndum como el del 9-N, Rafael Hernando respondió que el Estado de Derecho tiene “distintos mecanismos” para defenderse y para conseguir que el 1-O no tenga lugar. “No va a haber referéndum”, insistió, y llamó a “actuar con prudencia, pero con contundencia, y es lo que va a producirse. El Estado de Derecho tiene unas reglas y tenemos que respetarlas todos, no hay estados de derecho a la carta, ni derechos de pernada, que es lo que pretenden tener algunos”.
En este sentido, el dirigente popular recalcó que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado van a respetar el Estado de Derecho y apuntó que los Mossos d’Esquadra forman parte de ese colectivo, al igual que la Ertzaintza. El portavoz aseguró además desconocer si la Generalitat cuenta ya con un censo electoral y con urnas para recoger votos, como han desvelado dirigentes de la CUP, pero entiende que lo importante no son estos “elementos materiales”. “Solo son medios para seguir profundizando en una dirección, la confrontación y la mutilación del derecho de los ciudadanos que viven en Catalunya a ser españoles y europeos”, expuso.
“El Govern se arrastra” Hernando apuntó por último que el problema es que la CUP es quien “impone las condiciones” y gobierna en Catalunya, con diez diputados de los 135 que componen el Parlament y que según él mantiene “arrastrándose de rodillas” al Govern. “Un grupo anarquista, de corte totalitario, es quien manda ahí y con pocos votos determina qué tienen que hacer ERC y el PDeCAT”, aseveró.
En cualquier caso, el portavoz defendió el trabajo de Moncloa “frente al disparate de los independentistas en Catalunya”, dijo que se han tomado medidas y respondió a la acusación de inmovilismo que le lanza el PSOE. “Estamos en marcha desde hace mucho tiempo pero el PSOE no se ha dado cuenta. Cuando uno se enturbia en problemas internos no se da cuenta de lo que hacen los demás”, zanjó. - DNA/E. P.