toledo - Podemos ya forma parte del Gobierno de Castilla-La Mancha liderado por el socialista Emiliano García Page. El secretario regional de la formación morada, José García Molina, será el vicepresidente segundo del Ejecutivo autonómico, mientras que la profesora universitaria Inmaculada Herranz será la consejera que coordinará el Plan de Garantías Ciudadanas. La entrada de Podemos en el Ejecutivo es la “consecuencia” del acuerdo adoptado para aprobar el Presupuesto autonómico de 2017 este mes de agosto, después de que fuera rechazado el pasado 7 de abril en un primer intento.
Ahora la duda estriba en saber si este pacto alcanzado en Castilla-La Mancha por Podemos y PSOE es extrapolable al conjunto del Estado, con el horizonte de una moción de censura a Rajoy, o se queda en un acuerdo de carácter autonómico.
García Page, muñidor del acuerdo, lo tiene claro: el pacto no tiene por qué ser “extrapolable a otras comunidades autónomas ni al conjunto del país”. Desde Aragón, el socialista Javier Lambán también descartó copiar la experiencia manchega. Según dijo, en Aragón nunca se ha planteado la entrada de Podemos en el gobierno. Por otro lado, la línea roja que pone Page en la acción de su ejecutivo es “no saltarse nunca las leyes”. “Si un determinado ordenamiento no gusta, se intentará modificar o influir para que se cambie, pero las leyes se cumplen, incluso las más obscenas como las de la ortodoxia económica”, avisó al partido morado.
Sin embargo, la formación morada sí mira más allá de Castilla-La Mancha. En concreto, fija su objetivo en la Moncloa. Así lo dejó entrever el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, quien mostró su deseo de que este acuerdo sea “extrapolable en España en un futuro próximo”. A su entender, el gobierno bipartito logrado en Castilla-La Mancha ha de “marcar el rumbo” de lo que pueda pasar en el ámbito estatal y que, a través de una moción de censura, se pueda llevar a cabo “un gobierno conjunto de PSOE y Podemos” antes de 2020 ante “el daño que está haciendo el PP a este país”.
La idea de conjuntar un gobierno entre PSOE y Podemos a nivel estatal, a su juicio, ha de plasmarse porque “básicamente hay un partido que no solo ha fracasado en su modelo económico, sino que hace un uso de instituciones muy poco ético y para proteger a delincuentes, y la única manera de que se acabe antes de las elecciones de 2020 es que haya una moción de censura constructiva que fructifique en el Congreso de los Diputados”.
Por ello, Echenique insistió en que, con la aritmética parlamentaria actual, “la única manera es con un paso adelante del PSOE apoyado por todas las fuerzas de la Cámara menos el PP, Ciudadanos y Coalición Canaria, los 170 votos que tiene atados en este momento Rajoy”. “Creo que 2020 está demasiado lejos como para hacer esperar a la gente. La corrupción es demasiado intensa y la no llegada de los réditos de crecimiento económico a la gente más humilde es muy grave y hay que echar al PP cuanto antes”, zanjó.
Voces críticas El acuerdo alcanzado en Castilla-La Mancha originó, no obstante, voces críticas dentro de Podemos. Así, la coordinadora de la formación morada en Andalucía, Teresa Rodríguez, de la corriente anticapitalista, se mostró contraria a que Podemos entre a formar parte de gobiernos del PSOE porque “no se nos olvidan” decisiones adoptadas por los socialistas como “las reformas laborales, la Ley Corcuera, el GAL, la OTAN y tampoco la corrupción”. Rodríguez aseguró que Podemos Andalucía tiene una “visión particular de los acuerdos con el PSOE” que pasa por “parar la entrada del PP en los gobiernos si no tienen mayoría a través solo de acuerdos puntuales programáticos y de investidura”. - DNA