barcelona - La Guardia Civil sigue irrumpiendo en el conflicto político abierto entre Catalunya y el Estado por orden del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona. Y la Justicia española se podría cobrar una nueva víctima ya que el secretario general de Presidencia de la Generalitat, Joaquim Nin, fue acusado ayer de sedición por los preparativos del referéndum del 1-O. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSKJC), no obstante, desconocían la situación procesal del alto cargo del Govern. El conseller de Presidencia, Jordi Turull, anunció que denunciarán ante el juez de guardia “la grave vulneración de derechos fundamentales” que, a su juicio, se ha perpetrado.

Nin estaba citado en sede policial para declarar como testigo, pero los detalles que habría aportado le hicieron pasar a ser catalogado como investigado, la figura antaño conocida como imputado. El interrogatorio se enmarca en la investigación judicial por un presunto delito de sedición, entre otros, a raíz de las denuncias por las manifestaciones del exsenador de ERC Santi Vidal en sus conferencias. Vidal, aún así, no ha sido llamado a declarar.

Por el momento, la imputación de Nin es exclusivamente policial, a los efectos de interrogarle con las garantías de un investigado y a la espera de que el juez instructor decida si le mantiene esa condición. El que inicialmente no será imputado será el director general de Atención Ciudadana, Jordi Graells, que ayer también tuvo que testificar. Ambos tuvieron que responder a preguntas sobre la puesta en marcha de las webs del referéndum y la campaña institucional sobre el registro de catalanes en el extranjero. - DNA/Efe