Bilbao - Mariano Rajoy subrayó ayer que el único final que le queda a ETA y el que le reclama la sociedad es “asumir el daño causado, reconocer que nunca tuvo sentido, pedir perdón a las víctimas y desaparecer”. El presidente del Gobierno español realizó estas declaraciones en Bilbao en la jornada inaugural de la Escuela Miguel Ángel Blanco, organizada por Nuevas Generaciones del PP con el lema Sigues dejando huella y que rinde homenaje a la memoria del que fuera concejal del PP en Ermua asesinado hace veinte años por ETA. Al acto asistieron, entre otros, el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido; el presidente del PP de la CAV, Alfonso Alonso; el vicesecretario de Política Sectorial del PP, Javier Maroto; el portavoz del partido en el Senado, José Manuel Barreiro; y Mari Mar Blanco, parlamentaria popular y hermana del concejal de Ermua.
Rajoy consideró a Miguel Ángel Blanco un símbolo de la lucha por la libertad y homenajeó en su persona a todas las víctimas del terrorismo. Así, recalcó que los demócratas tienen el relato de la libertad y la decencia frente al contra-relato de la amenaza y el terror y explicó que la memoria de las víctimas es “la memoria de la dignidad, de la justicia y de la democracia”. A su entender, reconocer a las víctimas es la mejor respuesta a los mensajes de odio y violencia de los terroristas y de ahí que haya recordado que el Gobierno promueve ese reconocimiento en foros como la UE, la ONU o el G20.
El Principio del fin Para Rajoy, la respuesta ciudadana al asesinato de Miguel Ángel Blanco con el grito de “¡Basta ya!” fue “el principio del fin de ETA”. Se trató, a su juicio, de “una rebelión cívica a favor de la libertad y la democracia frente a la barbarie, un espontáneo rechazo social que marcó un antes y un después en la lucha contra el terrorismo”. Y esa rebelión -afirmó- “sigue siendo la mejor demostración de la impresionante fuerza que tiene la unidad de los demócratas para hacer frente a los terroristas. Además, añadió que es “la huella de la sociedad libre y abierta frente a la amenaza de los totalitarios”.
El presidente español subrayó asimismo que el terrorismo no es imbatible y para vencerle contribuye el deslegitimar sus medios y sus fines, aumentar la cooperación internacional, respaldar la acción judicial y policial, “cortocircuitar” sus vías de financiación, frenar sus exhibiciones y contactos en Internet, mejorar la legislación y defender la memoria de las víctimas.
Lucha por el relato Antes de Mariano Rajoy tomó la palabra Mari Mar Blanco, quien visiblemente emocionada, tras un prolongado aplauso de los asistentes a esta jornada, agradeció todos los actos organizados esta semana en recuerdo de su hermano. Sin embargo, no pasó por alto las desavenencias con la alcaldesa de Madrid, Manuel Carmena, que le reprochara no haber negociado y acordado detalles del homenaje que se le rindió a Miguel Ángel en Madrid. “Parece que estábamos hablando del techo de gasto y no de un homenaje a una víctima del terrorismo”, señaló Mari Mar Blanco, que aludió también a la “rebeldía cívica y democrática” que hubo tras el asesinato de su hermano y advirtió de que, una vez derrotada ETA, no debe permitirse que consiga sus objetivos y se “blanquee su historia de terror”. “Debemos dar la batalla por el relato sin equidistancias ni ambigüedades. Las víctimas queremos un relato de vencedores y vencidos”, añadió. - Efe / E.P.