Míriam Vázquez

MADRID- En la reunión que celebrará el próximo lunes el Gobierno español con las comunidades autónomas, habrá al menos una silla vacía. El Ejecutivo vasco no estará presente en la cita, aunque esta vez la decisión no se presta a dobles lecturas ni es una forma de escenificar su descontento con Madrid. El consejero de Autogobierno, Josu Erkoreka, no participará en la comisión de seguimiento de la Conferencia de Presidentes por la única razón de que se van a abordar cuestiones acordadas en el encuentro de enero, en el que no estuvo presente el lehendakari. La decisión, por lo tanto, se ha tomado siguiendo en exclusiva criterios de coherencia y porque no tendría sentido hacer seguimiento de unos acuerdos en los que no participó.

La relación entre ambos gobiernos ha experimentado un giro copernicano desde la pérdida de la mayoría absoluta de Rajoy. En enero, la comunicación era prácticamente inexistente y, por esa razón, el lehendakari decidió no asistir al encuentro. No se daban las condiciones. También pesaban otras consideraciones, como que el debate estrella de la cita iba a ser la financiación autonómica, un terreno donde el Gobierno Vasco debía tener una relación bilateral y específica con el Ejecutivo español, de manera que su presencia no se terciaba en un foro multilateral compartiendo mesa con las comunidades de régimen común. Los flujos financieros se regulan a través del Concierto Económico, y el foro natural para abordarlos es la Comisión Mixta, en un cara a cara con el Gobierno español. Se daba la circunstancia de que la renovación del Cupo era precisamente una de las demandas que Rajoy no estaba atendiendo. Por ello, el lehendakari no acudió a la cita del 17 de enero.

En los últimos meses, la relación se ha recompuesto y la nota dominante es la normalidad política y la colaboración. Debido a su necesidad de apoyos para aprobar los Presupuestos de este año, Rajoy encauzó las demandas del Cupo (el dinero que paga Euskadi al Estado por las competencias no transferidas), la renovación de la plantilla de la Ertzain-tza y el tren de alta velocidad, entre otras materias. Por ello, la decisión de no asistir al foro del lunes no es un plante ni pretende ser un desaire, porque Rajoy ha cumplido la condición que había fijado el Gobierno Vasco:que haya primero bilateralidad y se recuperase la interlocución. Sin embargo, Lakua cree que no viene a cuento presentarse en la cita si no estuvo en la cocina de los pactos de enero.

La consecuencia inmediata de esta ausencia va a ser la consolidación de la relación exclusivamente a dos entre ambos gobiernos. Ayer mismo se reunieron para sellar la encomienda de gestión de la variante sur ferroviaria, la próxima semana se reunirá la Comisión Mixta para firmar la nueva Ley Quinquenal que regulará el cálculo del Cupo hasta 2021, y recientemente se ha reunido también la Junta de Seguridad para perfeccionar la coordinación entre la Ertzain-tza y las fuerzas de seguridad estatales, y dar acceso a las bases de datos internacionales a los agentes vascos. Fuentes del Gobierno Vasco consultadas por este periódico puntualizan, no obstante, que no busca borrar todo atisbo de multilateralidad. De hecho, matizan que, en paralelo, han acudido a varias reuniones de trabajo sectoriales con otras autonomías para abordar asuntos educativos y la política de refugiados, entre otros asuntos. La excepción a esta regla la marcan las reuniones sobre fiscalidad y financiación, a las que no acude el Gobierno Vasco porque se rige por su singularidad foral.

comunicación La única razón por la que no estará presente el lunes es que esta reunión en concreto llega a rebufo de la cita de enero. De hecho, la incomparecencia del lunes se ha comunicado ya por canal oficial y dentro de la normalidad institucional al Ministerio de Presidencia y para las Administraciones Territoriales que dirige Soraya Sáenz de Santamaría, con quien Josu Erkoreka mantiene una relación cordial.