madrid - El Gobierno español todavía no ha comenzado la negociación de los Presupuestos del próximo año, pero ya ha tachado de su agenda de contactos el número de teléfono del PSOE porque no espera ningún tipo de acuerdo en materia económica con el equipo de Pedro Sánchez. Ayer recibió su primera negativa. El gabinete de Mariano Rajoy presentó el techo de gasto, el marco general que establece el límite de déficit y deuda en el que podrán incurrir las administraciones públicas, y que servirá como base para redactar el proyecto presupuestario en septiembre. Los socialistas anunciaron ayer que votarán en contra sin entrar a negociar. Montoro había intentado atraerlos sacando brillo al aumento del techo de gasto en un 1,3%, el primer incremento en cuatro años. El gasto del Estado va a ascender a 119.834 millones, 1.497 más que este año. No fue suficiente para los socialistas, pero el ministro Montoro se lo tomó con filosofía y asumió que con este PSOE va a coincidir “lo justo” en asuntos económicos. “Para qué vamos a darle más vueltas”, zanjó.

Esta negativa supone un cambio con respecto al techo de gasto de este año, donde el PSOE sí votó a favor. Rajoy se encuentra ahora con que, desde el primer momento y antes de entrar en la negociación presupuestaria propiamente dicha, se reducen a la mínima expresión las posibles combinaciones de aliados para aprobar el techo de gasto. Los votos de Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias van a ser imprescindibles desde el primer minuto y ese dato los refuerza. Con su apoyo, Rajoy alcanzaría una mayoría absoluta de 176 escaños, aunque le basta lograr 175 y la abstención del canario Pedro Quevedo. Espera contar con ellos para el techo de gasto y los Presupuestos. Le queda solo una semana para amarrar el primer acuerdo.

Los cinco escaños del PNV están dispuestos a negociar. Eso supone desmarcarse del PSOE y su estrategia de acumulación de fuerzas para hacer irrespirable la legislatura a Rajoy, una dinámica para la que Sánchez va a sondear al PNV en su cita del día 20 en Lehendakaritza. Los jeltzales asumen que, hoy por hoy, el único gobierno que hay es el de Rajoy. Seguirán su propio camino en la negociación presupuestaria y tendrán como único criterio la defensa de la agenda vasca. No van a renunciar de entrada a buscar un acuerdo que podría ser histórico en materia de autogobierno e infraestructuras, más aún teniendo en cuenta su posición privilegiada.

Pero antes habría que negociar el techo de gasto, que llegará al Congreso de los Diputados el martes de la próxima semana para ser aprobado en sesión plenaria. Fuentes de la ejecutiva jeltzale consultadas por este periódico matizan que esta negociación es muy técnica y no tiene perfil político. No es una negociación en la que se planteen contrapartidas, sino que esas transacciones llegarían más tarde, en las conversaciones presupuestarias. De momento, solo se han producido contactos exploratorios, pero el PNV va a negociar el techo de gasto “por responsabilidad” y “sin vértigo”, con independencia de que el PP no se encuentre en su mejor momento en términos de imagen. Rajoy tendrá que declarar como testigo el día 26 por el caso Gürtel, y el propio Montoro ha sido reprobado por el Congreso por su amnistía fiscal.

El PNV anuncia que “actuará con responsabilidad” y se muestra muy crítico con la posición del PSOE, “que ahora veta un techo de gasto muy parecido al que votó en la anterior ocasión y lo hace antes de conocerlo”. Cree que el PSOE está haciendo política con el techo de gasto a costa de las comunidades autónomas en las que gobierna, que ahora no se verán beneficiadas de ninguna relajación en los límites de gasto porque la dirección socialista no va a negociarlo.

la negociación El PNV no quiso dar pistas sobre su sentido de voto. Seguirá hablando con el Gobierno español a lo largo de esta semana y, aunque las conversaciones han sido meramente exploratorias, tienen buena parte del camino despejado porque el Gobierno Vasco ya pactó con Madrid su límite de déficit para los próximos dos años. La Comisión Mixta acordó en su reunión de mayo un límite del 0,3% para el próximo año, y un 0% para 2019, el mismo tope que se ha fijado para el resto de comunidades autónomas. La otra vertiente, el gasto máximo en el que puede incurrir el Estado, quedará en manos del grupo vasco en el Congreso. Desde el grupo jeltzale aseguraron ayer a este periódico que siguen analizando las cifras, aunque el incremento del techo de gasto en un 1,3% no les parece una mala noticia.

El PNV asume que las exigencias de la Unión Europa achican el margen en las conversaciones, y que hace falta que haya un techo de gasto como puerta de entrada para que después se pueda hablar con mayor ambición sobre los Presupuestos a partir de septiembre. En cualquier caso, un eventual voto a favor del techo de gasto no prejuzgaría su posición sobre las Cuentas, una negociación diferente, mucho más compleja y donde entra en juego la agenda vasca de transferencias pendientes.

El destino del techo de gasto va a depender de la posición que fije Ciudadanos, el único grupo mayoritario de la oposición que se ha prestado a negociar. Ha hecho la lectura de que sus votos son decisivos y quiere forzar a Montoro a bajar el IRPF. El ministro quería evitarlo y dejar la bajada de impuestos para más adelante, pero su situación es ahora muy comprometida por el veto socialista y ya está estudiando algunas deducciones. Ciudadanos dijo ayer que se puede hablar sobre la forma, pero no sobre el fondo de la bajada, que debe ser de entre 2.000 y 3.000 millones.

el psoe dice no El PSOE, por su parte, votará en contra del techo de gasto con el argumento de que se va a traducir en recortes sociales. No ve suficiente una subida del 1,3% cuando el PIB va a crecer un 3% este año y un 2,6% en 2018 . La decisión la tomó ayer la Ejecutiva (de adscripción sanchista, salvo Patxi López), y se buscó dar una imagen de unidad presentándola con el secretario de Organización, José Luis Ábalos, y el extremeño Guillermo Fernández Vara, uno de los barones que dio su apoyo a Susana Díaz en las primarias. Esta decisión llega después de que las comunidades del PSOE rechazaran el techo de gasto en la reunión celebrada el jueves con el Gobierno español. La diferencia con respecto al anterior techo radica en que ahora no habrá negociación ni se ha presentado una contraoferta. Ábalos prefirió no especular sobre una negociación “que no se ha dado y es muy probable que ni se diera”, aunque añadió que su partido no tiene complejos a la hora de pactar con el PP. El PSOE propuso una reforma fiscal para lograr ingresos.

Incremento del 1,3%. El Gobierno español aprobó ayer el techo de gasto para el próximo año, que sube un 1,3% y suma 119.834 millones de euros. Supone un incremento de 1.497 millones respecto a este año.

Objetivos de déficit. El límite para el conjunto de las administraciones públicas será del 2,2% para 2018, 1,3% para 2019 y 0,5% para 2020. En cuanto a la carga que asumirá cada administración, el Gobierno español tendrá un déficit del 0,7% el próximo año y del 0,3%, en 2019, mientras que las comunidades autónomas tendrán que reducir su déficit a un 0,3% en 2018 y al 0% en 2019, y las entidades locales tendrán equilibrio desde 2018 hasta 2020.

Déficit y deuda en la CAV. El Gobierno Vasco pactó en mayo un déficit del 0,3% para el próximo año, y 0% para el siguiente. En cuanto a la deuda, deberá ser del 14,7% este año, 14,4% el próximo y 13,8% en 2019.