bilbao - La izquierda abertzale volvió a reivindicar ayer a los reclusos de ETA como “presos políticos”. Lo hizo con motivo de la celebración del día internacional de los presos políticos ante la Casa de Juntas de Gernika, donde la dinámica Kalera Kalera, en la que participan Sortu y la izquierda abertzale en pleno, apostó por situar la excarcelación de los reclusos como prioridad en la agenda política. Tal y como informó la propia Sortu en un comunicado remitido a la prensa, los convocantes del acto se remontaron a la Guerra Civil y situaron en ese punto el inicio de un conflicto político que habría generado, por lo tanto, presos políticos. “Quienes están dispersados por las cárceles francesas y españolas son y seguirán siendo presos políticos vascos. No nos cansaremos de reivindicarlo, porque el motivo por el que fueron encarcelados es de naturaleza política. Existe un intento de deformar la realidad de lo que ha sucedido en las últimas décadas en este pueblo. Se quiere ocultar y se niega que lo sucedido tiene su sentido en la existencia de un conflicto político no resuelto. Un conflicto en que todas las partes han actuado”, rezaba el comunicado leído en el acto por el expreso Antton López Kubati y por Oihana Garmendia.
La consideración de los reclusos de ETA como presos políticos es un debate que vuelve cíclicamente a la escena vasca y que levanta ampollas entre los partidos. Solo EH Bildu comparte esta catalogación. El PNV comparte la existencia de un conflicto político, pero cree que nada justifica el uso de la violencia y tampoco puede colegirse que haya presos políticos, porque los reos están en la cárcel por haber recurrido a las armas y no por un delito ideológico. La única excepción serían los encarcelados por pertenecer a la izquierda aber-tzale bajo la acusación de intentar reconstruir Batasuna, como sucedió en su momento con los acusados de Bateragune como Arnaldo Otegi o el exlíder de LAB Rafa Díez Usabiaga, que sigue entre rejas. La reivindicación lanzada ayer por la izquierda abertzale llega en pleno debate en el colectivo oficial de presos, EPPK. Está analizando la posibilidad de acogerse a las vías legales de reinserción, aunque con la línea roja del arrepentimiento y la delación. La reivindicación de su carácter político supone marcar otra vez posición en el debate y no abdicar de su trayectoria.
Los participantes en el acto de ayer depositaron un clavel rojo por cada recluso. Bajo el lema Gernikatik bake eta askatasunera, el acto finalizó con un aurresku y la interpretación del Eusko Gudariak. El escenario no se escogió al azar. Los convocantes recordaron que el 26 de abril se cumplen 80 años desde la destrucción de Gernika por las fuerzas fascistas, y aseguraron que el conflicto político se remonta a ese conflicto bélico. “Nos sentimos representados por la flor que emerge de la mano del guerrero del cuadro de Picasso. Representamos un conflicto político, una parte de ese conflicto”, sostuvieron, para añadir después que ellos también quieren saber “qué ha pasado”.
“Queremos saber quiénes son los responsables políticos directos de la dispersión; queremos saber quiénes fueron los responsables políticos que ordenaron la tortura sistemática; los responsables de la elaboración jurídica de la excepción; los verdaderos responsables políticos de la estrategia de asesinatos del GAL y del Batallón Vasco-Español; por qué están aún sin aclarar la mayoría de los asesinatos; cómo se produjeron las muertes de Geresta, de Josu Zabala, de Xabier Kalparsoro; dónde están los cuerpos de Pertur, Naparra y Popo Larre...”, aseguraron, en una larga enumeración.
Por otra parte, en el acto de ayer se propuso “afrontar el pasado para construir el futuro, en el que se tendrán que afrontar cuestiones como la memoria, el reconocimiento y la reparación de todas las víctimas y la desmilitarización”. “Pero en la dinámica Kalera Kalera queremos poner en el primer plano de la agenda política la necesidad de excarcelación de todos los presos y la repatriación de todos los huidos y deportados para construir ese futuro”, recalcaron.