“Antes éramos, padres, hijos y Espíritu Santo, y ahora de repente ya no somos ni padres, ni hijos, ni sobrinos, ya no somos nada, somos opositores y a darnos caña. Porque yo he sido de ELA, ELA y ELA, pero las declaraciones que hacen ahora, la verdad...”. De este modo lamentaba ayer Kontxi la postura adoptada por el sindicato, que ha situado al PNV en el centro de sus críticas y en ocasiones con enorme vehemencia, como cuando le ha acusado de tener “escasa raigambre democrática”.
La decepción, e incluso indignación, con estas críticas fue la nota común entre los asistentes ayer a la Plaza Nueva consultados por DNA. Es el caso de Lore, militante de Sondika de 84 años: “me parece garrafal lo que están haciendo, antes por lo menos eran de los nuestros pero ahora se han cambiado de chaqueta”. Opina que “muchas veces, cuando aparecen noticias suyas en la prensa ni las leo, como tampoco las de Rajoy, no me da la gana”. “No hay nada que hacer, todo es en contra de lo que dice el partido”, agrega Lore, que además de no perderse el Aberri Eguna cuenta con asistir el último domingo de septiembre al Alderdi Eguna en Foronda. Su amiga Kontxi, erandiotarra residente en Areeta, lamenta que “el sindicato ya no es lo que era antes, cuando luchaba por los trabajadores. Ahora solo miran por ellos, a ver dónde tienen el mejor asiento”.
El propio presidente del EBB, Andoni Ortuzar, reservó un hueco en su discurso para arremeter contra ELA, al que tendió a su vez la mano para restablecer los puentes de colaboración. A este respecto, Benito Bengoa asevera que “le ha faltado decir dónde nació ELA: del PNV. No se puede comportar con nosotros como lo está haciendo, nos está dejando en muy mal lugar”. Este veterano militante cita la entrevista con Ortuzar publicada ayer por este diario, en la que “dice que no va a retirar el carné de ELA, del que es afiliado”, ya que el dirigente jeltzale achaca el comportamiento del sindicato a su actual dirección. “Pero esa dirección convence a las bases y otros les aplauden”, apostilla Aran-tza, compañera de Benito.
Éste recuerda además las palabras pronunciadas por el expresidente del EBB, Xabier Arzalluz, en la reciente Asamblea Nacional del partido celebrada en el BEC: “que se metan en política, si quieren”, para dejar así de interferir en la labor de los partidos. Advierte, por último, de que “si todos los miembros del partido nos borrásemos de ELA, igual el tortazo que recibían era considerable”. A la incursión de la central en la arena política se refirió también José Agustín Ofamiz, quien apuntó que “siempre ha tenido ese problema o virtud, pero ahora con Txiki Muñoz es un desastre. Yo le conozco mucho y creo que está siendo demasiado radical, no se puede estar constantemente con un lenguaje revolucionario. Tiene una visión parcial”.
Este gernikarra fue delegado de ELA -“y todavía pago mi cuota”-, por lo que “lo conozco a fondo”. Así, opina que el sindicato “está anclado, tiene un discurso de hace 40 años y debe cambiar. Andoni tiene toda la razón, también lo conoce muy a fondo”. Sobre esta necesidad de renovación, explica que “los tiempos han cambiado y la función misma de los sindicatos está cambiando en todo el mundo. Conozco la situación en los países nórdicos y llevan ya 15 años planteando otras estrategias en lugar de las típicas de confrontación de hace 40 ó 50 años”.
Escuchar y no entrar Roberto, afiliado en la organización municipal del PNV de Ortuella, también es contundente y dice que “ya pasamos un poco de ELA porque no es la primera vez que esto ocurre. Este comportamiento no nos parece muy correcto siendo nacionalistas como nosotros, entonces lo que hacemos es escuchar y no entrar. ¿Quieren un partido político? Pues que se presenten”. Concluye que “aquí estamos con un partido que está dando todo lo que puede y más. Si ELA quiere seguir esa trayectoria, nosotros seguiremos trabajando por este pueblo y ahí estaremos hasta el final”.