gasteiz - La Constitución Española no supone un escollo para que Euskadi obtenga “todo el poder político”, según el profesor de Derecho Constitucional Roberto Uriarte, que fuera también secretario general de Podemos Euskadi y que ayer compareció en la ponencia de Autogobierno del Parlamento Vasco a petición de la formación morada. Según Uriarte, la Carta Magna española es “extremadamente flexible” y por tanto los obstáculos para acordar un nuevo estatus son de carácter meramente político, ya que además la modificación de este texto no exige la ratificación de la ciudadanía española.

“El problema no es el texto de la Constitución, sino la voluntad política; hay unas relaciones de interdependencia y unas mayorías con voluntades políticas diferentes que no se ponen de acuerdo”, señaló Uriarte, convencido en su calidad de experto de que la CAV podría asumir bajo el paraguas constitucional todas las competencias que actualmente ejerce el gobierno central, a excepción de la defensa, las relaciones internacionales o la permanencia en el euro.

El profesor vizcaíno, que abrió la ronda de comparecencias de la ponencia -en dos semanas le tocará el turno al catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla Javier Pérez Royo-, alertó además sobre las convocatorias de referendos y consultas, la fórmula que defiende la mayoría del Parlamento Vasco para que la ciudadanía ratifique una eventual modificación del estatus político de Euskadi. A juicio de Uriarte, en el 99% de los casos estas consultas están “manipuladas” por los gobernantes que las convocan, que persiguen con las mismas apuntalar su posición más que sondear a la ciudadanía, y que habitualmente no formulan preguntas claras. El 9-N catalán o el referéndum de la OTAN son a su juicio ejemplos de estas prácticas espurias en las consultas populares. En todo caso, Uriarte defendió esta fórmula siempre que se tengan en cuenta los riesgos que implica.

Por otro lado, Uriarte defendió que la construcción de un nuevo estatus debe trascender al ámbito nacionalista, sea desde un punto de vista vasco o español, pues a su juicio las naciones son construcciones “artificiales” creadas a partir de “tradiciones e interpretaciones”, y en el caso de Euskadi afirmó que la tradición de la nación vasca “se le ocurrió a Luis Arana”. El profesor de la UPV considera además que la Ley de Territorios Históricos ha creado “taifas” dentro de la CAV, aunque la aceptación social de que goza la arquitectura institucional vasca no aconseja, dijo, su modificación.

Según Uriarte, los trabajos que está desarrollando el Parlamento para modificar el estatus vasco deberían entrar también en la redefinición del modelo “social y económico” de la CAV con el objeto de reequilibrar las relaciones de poder y buscar una mayor defensa de la ciudadanía frente a “las elites económicas” que, dijo, “parasitan” las instituciones. Sería preciso actuar con “audacia” para alterar estos equilibrios, afirmó Uriarte, e introducir en el texto que se consensue conceptos como el de la cooperación.

En lo relativo al Concierto Económico, Uriarte subrayó el hecho de que se haga hincapié en la necesidad de traspasar competencias cuando esta herramienta es “un Ferrari aparcado en el garaje”, un instrumento que no se utiliza porque la fiscalidad vasca se inspira en la que dicta la Hacienda española.