bilbao - Izar, la hija de Sara Majarenas, recibió ayer el alta médico tras permanecer 29 días ingresada en el Hospital La Fe de Valencia. La niña puede abandonar el centro sanitario, por lo que Sortu exige la “inmediata” puesta en libertad de su madre, que cumple condena en la cárcel de Picassent por un delito de integración en ETA.
La niña ha vivido con su madre en la prisión de Picassent y había salido a pasar unos días con su padre, un expreso social de origen griego, que permanece detenido por intento de homicidio. La menor cumplirá tres años el próximo marzo y fue apuñalada por su progenitor el pasado 15 de enero en la localidad valenciana de Benifaió. Cuando cumpla tres años abandonará la prisión por ser el límite de edad establecido para que los niños puedan residir en prisión junto a sus madres, mientras que se prevé que Majarenas sea puesta en libertad en abril de 2018 tras cumplir íntegramente la condena de 13 años y dos meses impuesta en 2007 tras ser detenida dos años antes.
Izar permaneció ingresada varias semanas en estado crítico como consecuencia de la agresión pero, según informó ayer Sortu, ha recibido el alta. La formación abertzale reclama la excarcelación de Majarenas para que pueda cuidar de su hija”. Además, recuerda que la reclusa guipuzcoana tiene las tres cuartas partes de su condena cumplidas, por lo que “debería estar en libertad si se aplicara la ley penitenciaria”.
Por otro lado, la asociación de familiares y allegados de presos de ETA, Etxerat, informó de que Aitzol Gogorza puso fin ayer a la huelga de hambre que inició el pasado jueves para pedir su excarcelación y para que se aplique “lo que la legalidad vigente contempla para los casos de enfermedades graves e incurables”.
Etxerat señala que, según un informe de abril de 2014 del Instituto Vasco de Medicina Legal, Gogorza “sufre trastorno obsesivo compulsivo, trastorno depresivo y conducta autolítica con alto riesgo de suicidio”. - DNA