vitoria - Cuatro meses después, ¿cómo valora el aterrizaje de Elkarrekin Podemos en el Parlamento?
-De manera muy positiva, porque es un grupo muy cohesionado que funciona muy bien, lo cual en una coalición tiene más mérito aún. Poco a poco vamos a encontrando nuestro lugar, al fin y al cabo el Parlamento y las instituciones colindantes están pensadas para cuatro fuerzas políticas y de repente se han encontrado con cinco. En el poco tiempo que llevamos hemos conseguido sacar adelante acuerdos e introducir contenido político propio de manera notoria en cuestiones importantes como el autogobierno. Ha quedado constancia clara de que pleno tras pleno los grandes temas son los temas sociales, es algo que está en la agenda y hemos ayudado a que así sea.
Iñigo Iturrate, del PNV, destacaba a este periódico que hasta ahora ha habido en la Cámara acuerdos muy plurales. ¿Comparte esa sensación?
-Sí, la verdad es que es cierto. Al margen de que ya de por sí es un Parlamento acostumbrado a tener acuerdos muy plurales, ciertamente hemos alcanzado acuerdos amplios en muchas materias, y ahora estamos pendientes de que se cumplan. Incluso ha habido acuerdos que algunos daban por imposibles, como el de la oposición, con EH Bildu, Elkarrekin Podemos y el PP, fuerzas diferentes que son capaces de pactar la mejora de las condiciones de trabajo de las personas que están en SOS Deiak. Ha habido momentos en que hemos sido generosos, cuando hemos visto que alcanzar una serie de mejoras para la ciudadanía estaba por encima de partidismos. Y hay además una cuestión que da seriedad política al Parlamento, que tampoco se dramatiza el desacuerdo, hay diferencias políticas y para eso estamos aquí, y eso no quita para que en otros asuntos se pueda llegar a acuerdos entre diferentes.
En las últimas semanas se está enquistando la relación de EH Bildu con PNV y PSE, que acusan a la coalición de endurecer su discurso. ¿Qué está ocurriendo, desde su perspectiva?
-Sí que es verdad que estamos viendo que una de las fuerzas de EH Bildu, Sortu, sigue manteniendo debates internos y eso hace que a veces se endurezcan los discursos o se adapten más. Está habiendo una confrontación que no sabemos si tiene más que ver con el simple hecho de que EH Bildu intenta ejercer como cabeza de oposición en un marco en el que está habiendo muchos acuerdos, o si es una cuestión de confrontar dos proyectos que EH Bildu quiere que sean el mismo y el PNV no quiere.
Con estos mimbres, porque además el PP sigue su propio camino en materia de normalización, ¿cree posible que la ponencia de Memoria y Convivencia llegue a buen puerto?
-Yo creo que sí, sin duda. Es un error que el PP se quede fuera de esta ponencia, creemos necesario que estén, porque estén o no estén se va a avanzar, y no tiene sentido que un partido que trata estas cuestiones de memoria y convivencia en otros espacios, como el Pleno, como el instituto Gogora, como puede ser la Comisión de Derechos Humanos, no quiera entrar en una ponencia para hablar de esos mismos temas. Es necesario el desarrollo de esta ponencia para alcanzar grandes acuerdos y avanzar en la pacificación, la normalización, la convivencia, la reparación y el reconocimiento de todas las víctimas, tener un relato compartido.... Es un punto de no retorno, y además hay una nueva aportación, la nuestra, de una organización que no tiene mochilas del pasado en este aspecto, y creemos que podemos ser clave a la hora de avanzar en esos valores, e incluso para poder hacer de puente entre diferentes partidos que en este momento tienen relaciones mucho más dificultosas. La ponencia es un realidad y el que se ubica fuera de ella se ubica fuera de la realidad.
Dijo el otro día Pili Zabala que se empeñará en que el PP participe en la ponencia. ¿Cómo valora su trabajo en esta materia en estos meses?
-Muy positivamente, porque Pili Zabala nos ha hecho ver que la normalización y la convivencia en Euskadi no son solo cuestiones políticas, también tienen un gran componente humano. Hay diferentes experiencias, dolores, víctimas, y ella es capaz de traernos aquí una voz que ha sufrido ese dolor, pero que es capaz de reconocer el dolor de los demás y es capaz de entender que si no avanzamos de manera unánime en este país de cara la reparación del daño que se ha hecho va a ser muy difícil que avancemos en una paz y convivencia reales.
¿Creen que pueden ejercer también de puente para alcanzar acuerdos en materia de autogobierno?
-Somos una fuerza radicalmente democrática, y eso implica reconocer los derechos democráticos de las naciones que conforman el Estado español, como el derecho a decidir. Nuestro proyecto no es nacionalista ni independentista, pero eso no quiere decir que esa opción no deba estar sobre la mesa, tiene que poder ser elegida por aquel que quiera elegirla. Nosotros planteamos un proyecto de mejora del autogobierno porque entendemos que el autogobierno es la mejor herramienta que tienen los vascos y las vascas para desarrollar su país, para defender sus derechos sociales, para blindarlos, y para la construcción de un país que esté basado en unos servicios públicos de calidad, y que además sea capaz de asentar grandes elementos de convivencia entre las diferentes identidades y pluralidades que existen en este país, de manera trasversal. En ese aspecto, debido a la propia heterogeneidad que tiene nuestra organización, creemos que podemos aportar una visión de convivencia entre diferentes pluralidades dentro de Euskadi, y llevar eso al marco del autogobierno. Si nos ponemos en términos jurídicos o legales tenemos más cercanía con lo que plantea el PNV, que no sabemos muy bien como lo va a compaginar con el PSE debido a su rechazo al derecho a decidir, pero sí creo que nuestra presencia va a servir para que una serie de derechos democráticos, como el derecho a decidir y los derechos sociales sean garantizados en el nuevo estatus.
¿Qué presupuesto deberían presentar PNV y PSE para concitar el apoyo, o la abstención, de Elkarrekin Podemos?
-A la hora de adjetivar las cuentas decimos que tienen que ser muy sociales, que no tengan recortes. Nosotros proponemos un aumento del presupuesto en Sanidad de un 1% y de un 0,5% en Educación en los próximos cinco años, por lo que debería haber un aumento al menos en esas áreas. Deben ser unas cuentas que estén a la altura de la necesidad de prestaciones sociales que existe, y que sirvan para el desarrollo de proyectos de país, como políticas de empleo, un nuevo modelo energético o una nueva política industrial. Las cuentas deben tener una visión de protección social a corto plazo y un desarrollo de país para garantizar derechos sociales y empleo en el medio y largo plazo.
¿Qué le parecen los mensajes que ha lanzado el consejero de Economía, Pedro Azpiazu, en relación a la posibilidad de subir los impuestos a las empresas?
-Es cierto que se lanzan mensajes por parte del Gobierno, y nosotros hemos sido claros, no tendría ningún sentido que la tercera fuerza del país dijera que no a unos presupuestos sin haberlos visto, por tanto analizaremos, haremos nuestras propuestas y enmiendas, y haremos todo lo posible para conseguir los mejores presupuestos posibles. Lo que sí veo es que quizá Azpiazu quiere abrir el debate, pero dentro de su partido, por el poder institucional que ostenta en diferentes instituciones, quizá no es un discurso que esté tan avanzado y desarrollado. Hemos visto que en el Consejo Vasco de Finanzas la mayoría decía claramente que la reforma fiscal era algo que había que dejar para más adelante, cuando es totalmente necesaria para avanzar en la progresividad de nuestros impuestos. Hay que equilibrar la carga que tienen las rentas del trabajo con las que tiene el capital, acabar con las deducciones a las empresas, elevar la presión fiscal a niveles europeos, y hay que hacerlo ya porque si no tenemos problemas a la hora de ingresar y de prever nuestros ingresos, y eso acaba haciendo que cada año nos tengamos que endeudar más, hipotecando los presupuestos del año siguiente, que es lo que ha pasado este año. Lo primero que ha hecho Azpiazu es aumentar el endeudamiento. Es evidente que esos mensaje deberían tener calado hondo y abrir el melón de la reforma fiscal ya, pero no veo voluntad por parte del PNV al completo, y sobre todo por parte de algunos diputados forales, para avanzar en ese sentido.
Da la sensación de que las malas relaciones en el Estado entre PSOE y Podemos no afectan demasiado a la dinámica del Parlamento Vasco, ¿cree que pueden llegar a contaminar el diálogo entre partidos en Euskadi?
-A mi me sorprendieron bastante las palabras del PSOE en relación a Vistalegre (desde la Gestora se habló de la consolidación del pablismo-leninismo), porque cuando tú te diriges a un partido después de un congreso, felicitas a los militantes por el resultado como hacemos los demás, por respeto a la otra organización política que trabaja igual que tú, y ya está. Luego las valoraciones políticas entran en otro ámbito de debate. No creo que todo el PSOE sea así, no creo que la gestora represente lo que piensa el PSOE, y desde luego ya sabemos que la dinámica política en Euskadi es muy diferente. En este momento el PSE está atado al PNV y nuestra relación principalmente es con el PNV, pero sí es cierto que las relaciones en el Parlamento son normales, no ha habido ningún tipo de salida de tono, más allá de lo normal dentro del debate parlamentario.