En España el panorama político sigue tan aburrido que ni siquiera la designación del nuevo equipo ministerial ha concitado el suficiente interés en la gente, que pasa abiertamente del asunto.

Rajoy, elegido presidente por la puerta de atrás mientras las calles se llenaban de protestas contra sus políticas de recortes sociales, ha necesitado más de trescientos días para presentar un gobierno que es más de lo mismo. La designación de las y los ministros del gobierno español demuestra que el PP piensa seguir respondiendo a los intereses de la derecha más cerrada y tiene muy poca pinta de enfrentar esta etapa de manera dialogante, a la que su minoría en el Congreso le obliga. Asimismo, confirma su posición contraria a la necesaria paridad en la representación política de mujeres y hombres pero, ya se sabe, que Rajoy y su gente no ganarían el campeonato de la igualdad.

Esos ocho hombres y cinco mujeres son totalmente continuistas con una de las etapas más duras de la historia reciente del Estado, por la vulneración sistemática de los derechos de las personas, por la recentralización y ataques continuos al Estatuto y Amejoramiento navarro, por el hostigamiento y la judicialización de la política, por el desprecio a las decisiones de parlamentos y gobiernos autónomos?y por ese largo etcétera que ha llevado al aumento exponencial del empobrecimiento de la gran mayoría. Gracias al PP de la corrupción y, mientras las grandes fortunas crecían, casi el conjunto de la población empeoraba sus condiciones generándose en ella la consiguiente incertidumbre ante el futuro. El PP, por lo tanto, es responsable político de la pérdida de credibilidad en el sistema democrático como garante de los derechos y la defensa de las personas.

En este sainete tampoco se libra el PSOE que le apoyó, inmerso en su lucha interna por el liderazgo y modelo ideológico. Ni Podemos, de nuevo metido en otro episodio confuso: claro que sus dirigentes tienen derecho a comprar y vender casas obteniendo beneficios. Pero lo que no explican es el comienzo de esa historia en la que es protagonista su portavoz en el Senado; es decir, la adjudicación a dedo de un piso de protección oficial siendo estudiante universitario sin ingresos conocidos y con un padre de tarjeta black presente, precisamente, en el Consejo de Caja Madrid que apoyó a la promotora que construyó esas viviendas.

También hay buenas noticias. Joseba Sarrionandia es el protagonista de una de ellas al confirmarse que trabajará en el Instituto Etxepare en La Habana, Cuba. Servirá para reconocer a ese magnífico escritor su obra de alto nivel creativo e intelectual. Un buen momento para reafirmarnos en la necesidad de que nuestra lengua salga al mundo, tal como lo hizo en 1545 Bernat Etxepare con su libro Linguae Vasconum Primitiae: “Heuscara ialgui adi mundura” (euskera muéstrate al mundo).