madrid - No serán expulsados, pero tal y como se preveía los diputados díscolos que se enfrentaron a la directriz del Comité Federal del PSOE sufrirán las consecuencias por su negativa a la investidura de Rajoy. La dirección del Grupo Socialista en el Congreso abrió ayer expediente disciplinario a los 15 miembros de la Cámara Baja que rompieron la disciplina de voto, un trámite que podría derivar en la imposición de multas de hasta 600 euros. El paso dado por el órgano interno será cuestionado por los propios afectados, que anunciaron que presentarán unas alegaciones comunes al haber votado “en conciencia”. Pero algunos de ellos, caso de Odón Elorza, incluso se cuestionaron vía Twitter si pagarán “los platos rotos por otros” con nuevas sanciones en el futuro.
La carta de apertura de expediente, firmada por el presidente del Comité de Disciplina del Grupo Socialista, Luis Sahuquillo, fue recibida por correo electrónico por los siete diputados del PSC -Meritxell Batet, Marc Lamuà, Joan Ruiz, José Zaragoza, Manuel Cruz, Mercè Perea y Lidia Guinart-, las dos independientes que fichó el ex secretario general Pedro Sánchez para su lista de Madrid Margarita Robles y Zaida Cantera, los baleares Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, la gallega Rocío de Frutos, la palentina María Luz Martínez Seijo, la aragonesa Susana Sumelzo y Elorza. Según el reglamento interno, y a pesar de que la misiva no desvela la cuantía de la multa ni detalla cuales son las faltas en las que habrían incurrido, la sanción oscilaría entre los 200 y 600 euros.
Sin embargo, las circunstancias en las que se desarrollaron las negativas a acatar las directrices de la formación, en un pleno del Congreso en el que el socialismo otorgó la presidencia del Gobierno a Rajoy, prevén que la cuantía de la multa a abonar sea la más elevada posible. Los propios protagonistas, de hecho, auguran que así será; como tampoco desdeñan la opción de que además de la reprobación parlamentaria pueda abrirse un nuevo expediente que provenga de la Comisión Gestora del PSOE. Esta segunda sanción podría desembocar en la expulsión del grupo o la suspensión de militancia.
La carta firmada por Sahuquillo tan solo relata que los 15 diputados apercibidos de falta serán castigados por “el procedimiento recogido en el Capítulo IV de nuestro Reglamento interno”, además de señalarles por votar “en sentido contrario al fijado” por la resolución de Comité Federal del 23 de octubre. Como es de sobra conocido, determinó rechazar al entonces candidato Rajoy para facilitar 48 horas después su elección con la abstención. Los socialistas díscolos tendrán una semana para redactar sus alegaciones.
repercusiones Batet (PSC) y Hernanz, por ejemplo, son parte de la dirección del grupo parlamentario del PSOE, del que se podrían ver desplazadas por no haber seguido las órdenes del partido a pies juntillas. La diputada catalana es, en todo caso, la que en peor posición quedaría, toda vez que ha sido una de las más fieles colaboradoras del anterior líder. Por su parte Robles y Cantera, que aseguró recibir la apertura del expediente “con la conciencia tranquila”, son fichajes independientes de Sánchez a los que la multa podría no afectar, aunque también quedarían desaprobadas. Sorprendida por la “rapidez” mostrada por su partido, de Frutos aseguró sentirse “dolida” por mantener un no a Rajoy que volvería a verbalizar “una y mil veces”. Tanto es así que no prevé abandonar su partido ni pasar al grupo mixto.
El PSC será el mayor damnificado por un acto de indisciplina que estaba marcada de antemano, sobre todo después de que el Consell Nacional decretara no seguir las indicaciones del Comité federal. La Gestora socialista, y por consiguiente algunos de los aparatos territoriales más potentes, ya advirtieron que revisarán las relaciones con una federación catalana que se mantuvo firme en el no al PP. Así, la ruptura entre ambos parece cada vez más inminente.