El Comité Federal del PSOE que decidió la abstención de este partido en la investidura de Mariano Rajoy volvió a ser histórico y volvió a reflejar la división interna del partido. Aunque esta vez, al menos, los socialistas fueron capaces de debatir de forma sosegada. Es inevitable comparar el comité de ayer con el del pasado 1 de octubre. Aquel día, mientras cientos de simpatizantes gritaban en Ferraz defendiendo el no a Rajoy, dentro de la sede, a puerta cerrada, se sucedían las batallas descarnadas y todo eran cruces de reproches, gritos e incluso llantos.
Aquel comité que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general y la formación de una gestora no se ha parecido en casi nada al que ayer decidió, ya oficialmente, el cambio de rumbo de la posición socialista. El presidente de la gestora, Javier Fernández, admitió que en la voluntad de todos ha estado la de “olvidar” lo “bochornoso” del anterior comité y por eso han sido capaces de debatir “con dureza” pero también “con respeto”.
turno de palabra polémico En los exteriores, la lluvia marcó la diferencia, ya que durante toda la mañana lo simpatizantes socialistas contrarios a la abstención apenas sobrepasaron la treintena, y en muchos momentos se les notó apagados por aguaceros que calaron hasta los huesos. Dentro de Ferraz, quedó claro desde el inicio que las posiciones seguían encontradas, y mucho, cuando, a propuesta de la gestora, se conformó una nueva Mesa del Comité Federal que presidió José Blanco y para la que no hubo acuerdo previo.
Los sanchistas se quejaron, y tampoco les gustó que Blanco impusiera intervenciones cortas, y eso que hubo más partidarios del no que de la abstención entre los que hablaron. Incluso algunos, como José Antonio Pérez Tapias, hablaron de “modos autoritarios”. Pero la polémica se acabó ahí. El comité empezó y al final todos los que pidieron la palabra pudieron hablar antes de votar. Nada que ver, entonces, con aquella interminable discusión previa que hubo el 1 de octubre sobre quién era la autoridad del comité, quién lo presidía, quién decidía de qué se hablaba y quién daba la palabra a quién.
Y no digamos ya sobre el tono encendido y las malas formas con las que los socialistas debatieron aquel día. “Ha sido un debate muy tranquilo con muy buenas argumentaciones por ambas partes”, afirmó ayer un miembro de este órgano, que destacó entre otras las intervenciones de Josep Borrell, Patxi López, Eduardo Madina o Ramón Jáuregui.
Otro socialista bromeaba sobre el ambiente, que según admitió era “sereno y tranquilo”. “Comparado con lo de hace tres semanas esto ha sido un picnic”, afirmó. Y hay quien elevó su optimismo y vio en este cambio de actitud todo un ejemplo de que el PSOE sale “fortalecido” de este comité, como dijeron tanto José Blanco como Vicente Álvarez Areces. Para el dirigente asturiano ésta fue una reunión “intensa pero muy ordenada, completamente diferente de la otra vez” y en la que hubo “un debate abierto y en plena libertad”.
los 11 necesarios Y mientras otros partidarios de la abstención valoraban la “libertad de palabra” que ayer hubo, los derrotados en esta jornada pedían también libertad pero para otra cosa: votar en el Congreso. Así algunos reclamaban que la abstención no sea en bloque o que incluso, como ha apuntado José Antonio Pérez Tapias, se haga un “sorteo” para elegir a los once mínimos que necesita Rajoy.
De lo que hicieron gala en cualquier caso unos y otros fue de contención: ni los ganadores de la votación salieron exultantes ni los perdedores echaron pestes al dejar la calle Ferraz. Llevaron así el sosiego hasta el final. Y mucho más tranquilos también pudieron estar los periodistas, que en esta ocasión pudieron trabajar dentro de la sede durante todo el Comité Federal y no en la calle como hace tres semanas. - Efe