Bilbao - Es una decisión “sin base jurídica” y con “carácter político”, por lo que EH Bildu mantendrá a Arnaldo Otegi pese a que la Junta Electoral de Gipuzkoa ratificó la inhabilitación que pesa sobre el candidato a lehendakari de la coalición. Así lo anunció ayer pocas horas después de que el órgano electoral reafirmara su “inegibilidad”, por lo que la resolución del caso, que a buen seguro se zanjará poco antes de que la campaña electoral vasca arranque el 8 de septiembre, toma camino al contencioso-administrativo. La formación agotará “todas las vías juridicas para que el deseo mostrado por las bases de la coalición se cumplan y Otegi pueda concurrir” a las elecciones del 25-S.
El último dictamen de la Junta Electoral, que responde a un recurso de EH Bildu contra la inhabilitación inicial de Otegi del 23 de agosto, supondrá que el líder de Sortu desaparezca de facto de las candidaturas para pasar el testigo de cabeza de lista por Gipuzkoa de la formación a Maddalen Iriarte. El Boletín Oficial del País Vasco (BOPV) de hoy, de hecho, ya recoge esa modificación tan sustancial. El organismo judicial no se atuvo a los argumentos de la representación legal de Otegi, que alegó que la inhabilitación de sufragio pasivo ya se había “extinguido” con su salida de la prisión, en que permaneció seis años y medio por el caso Bateragune. “No hay más que observar que la Junta Electoral de Gipuzkoa no ha querido entrar en el contenido jurídico del contencioso y que se ha limitado a tener en cuenta el escrito presentado por la Fiscalía de la Audiencia Nacional”, éste último proclive a su inhabilitación, resumieron ayer desde EH Bildu para lamentar que la resolución no entrara en más disquisiciones. La coalición activará la vía de los tribunales “dentro de los plazos fijados”. Es decir, entre hoy y mañana.
“Es un nuevo ataque a la democracia”, apostillaron desde el partido abertzale tras el fallo de la Junta Electoral guipuzcoana. De su reunión por espacio de dos horas se ausentó uno de sus componentes. Se trata del catedrático de la UPV Iñaki Agirreazkuenaga, que fue apartado por la Junta Electoral de la País Vasco tras una recusación de EH Bildu por efectuar unas declaraciones en un medio de comunicación antes de que el asunto se resolviera. Sea como fuere, Otegi queda fuera de juego de cara a las elecciones vascas “por motivos y razones exclusivamente políticas”. Es más, atisban que detrás del caso que ha capitalizado la precampaña de cara al 25-S está “la voluntad del Estado español de desactivar el proyecto político de Otegi y de EH Bildu”, cuando ambos “tienen un proyecto ilusionante y han mostrado la voluntad de liderar unos grandes acuerdos de país. Es lo que temen. Es lo que quieren desactivar”. Pero puntualizaron que su proyecto “está más vivo que nunca”.
Con EH Bildu decidida a que los tribunales tengan la última palabra con un nuevo recurso, ese movimiento de ficha conllevará activar la vía de la justicia ordinaria. La hoja de ruta que se vislumbraba que recorrería el caso Otegi se cumpliría a rajatabla. La coalición acudirá a los juzgados de contencioso-administrativo de Donostia, que deberá resolver antes de este próximo sábado. En caso de no satisfacer la demanda en favor de la coalición, el escenario más plausible es que el asunto desemboque en una solicitud de amparo ante el Tribunal Constitucional. Y a la vista de los precedentes, la decisión final podría mantener en vilo a la coalición hasta el arranque de campaña. En la memoria de muchos están las municipales y forales de 2011, a las que Bildu pudo acudir in extremis después de que levantara a última hora el veto que pesaba sobre 254 de sus listas.
“hasta el final” Como si presintiera lo que horas después iba a acontecer, Arnaldo Otegi apostó por ir “hasta el final” con su candidatura. “Si el Estado hace trampas, pueden inhabilitarme. Pero si no estoy yo, el proyecto seguirá y yo estaré en él, a mí no me van a apartar”, señaló en una entrevista en Radio Euskadi. El líder de Sortu se puso en la piel del lehendakari Urkullu para asegurar que “si alguien no pudiera presentarse a las elecciones -en referencia a sí mismo-, estaría dispuesto a no concurrir”. Afeada la conducta del aspirante a la relección del PNV por no estar “a la altura de las circunstancias”, censuró que otras formaciones apunten a su “victimismo” como método para captar la atención mediática en la precampaña.