MADRID - A pesar de todas las presiones que está recibiendo desde el PP, Ciudadanos e incluso desde su propio partido, Pedro Sánchez se ve fuerte y no tiene intención de mover ni un milímetro su postura de rechazo a Mariano Rajoy. Así lo expresó ayer en un encuentro con militantes en Ibiza, en el que acusó al presidente en funciones de “poca talla política” al elegir la fecha de investidura y reiteró que su respuesta será el no en las dos votaciones. “Que le quede claro a Rajoy”, expresó.
Después de que ayer comenzara oficialmente la negociación entre los populares y Ciudadanos para lograr el sí a la investidura de Mariano Rajoy, el secretario general del PSOE instó al presidente del PP a que “empiece a negociar y a hablar con sus aliados potenciales”, en lugar de presionar continuamente al PSOE. Sánchez recordó que Rajoy lleva “ocho meses de retraso” para someterse a la votación del Congreso y celebró que “por fin” se haya decantado por acudir. De cualquier manera, el líder socialista criticó duramente la fecha elegida para hacerlo, que condena a los ciudadanos a votar el día de Navidad en caso de fracasar el candidato popular.
Respecto a los votos que necesita el presidente en funciones para reeditar su mandato, Pedro Sánchez le emplazó a recabar los mismos apoyos que logró en julio para que Ana Pastor se hiciera con la Presidencia de la Mesa del Congreso, “entre los que no está el PSOE”. El líder socialista cree que si entonces Rajoy “no necesitó” el respaldo de su formación, “tampoco” lo necesita para ser investido presidente del Gobierno. Así, Sánchez defiende que su partido “no es un aliado potencial” de los populares, sino su “alternativa”. En este sentido, en Ferraz opinan que, aunque en la Cámara Baja hay “una mayoría conservadora”, también tienen relevancia las “fuerzas parlamentarias que quieren cambiar las políticas del PP”.
Por otro lado, el jefe de la oposición negó que Mariano Rajoy le haya llamado. “He escuchado que anda quejoso. Si me llama le cogeré y estaré dispuesto a reunirme con él”, aseguró. En cualquier caso, Sánchez se mostró “expectante” ante las negociaciones del presidente en funciones con el resto de partido para intentar superar la investidura: “Vamos a ver hasta dónde es capaz de llegar Mariano Rajoy para ser investido”, expresó.
duras condiciones Por otra parte, otra voz con peso entre los socialistas se sumó ayer a los que piden un debate en el partido ante la sesión de investidura de Mariano Rajoy. Se trata del exministro de Industria, Miguel Sebastián, que aboga por abrir “un proceso de reflexión en el PSOE” para analizar la posibilidad de poner encima de la mesa “condiciones muy duras” a cambio de la abstención en la votación, y evitar así las terceras elecciones.
En declaraciones a La Sexta, Sebastián destacó “los cambios obvios” que se han producido en el proceso de negociaciones después de que, a su juicio, Ciudadanos “se haya entregado” a al PP “por un muy pequeño plato de lentejas”. Ante esta nueva situación, sostiene que “se tendrá que abrir un proceso de reflexión” en las filas socialistas. A pesar de todo, Sebastián cree que “es muy difícil cambiar el voto negativo” del PSOE debido a la actitud “chantajista” de Rajoy, aunque ve como buena solución que la dirección de Ferraz intente poner “condiciones sustanciales” a los populares, a cambio de una abstención en la segunda votación.