madrid - En 1977 Luis Buñuel dirigió la película Ese oscuro objeto del deseo. Ahora, casi cuarenta años después, es el PSOE o, mejor dicho, la abstención socialista, la que se ha convertido en el objeto del deseo, aunque no es tan oscuro puesto que, de manera clara y diáfana, y para nada oscura, desde el PP, Ciudadanos, Podemos e incluso desde sectores internos del propio PSOE, se insta a la dirección socialista a replantear su postura de cara a la investidura de Mariano Rajoy, si es que esta llega a producirse.
La presión del PP llegó en boca de uno de sus valores emergentes, Pablo Casado. El vicesecretario de Comunicación fue claro y contundente al pedir a “todo el Comité Federal” del PSOE que actúe con responsabilidad y desbloquee la situación. O lo que es lo mismo, que los socialistas se abstengan en la investidura de Rajoy y permiten al candidato popular formar gobierno.
Según aseguró Casado en una entrevista en Antena 3, Pedro Sánchez no quiere asumir en solitario la responsabilidad de un cambio de estrategia del PSOE y por ello el dirigente popular emplazó al Comité Federal, órgano de dirección de la formación de Ferraz, a que cambie de postura. “Hasta ahora lo que ha hecho Sánchez es lo que le ha dejado hacer el Comité Federal, es por eso que todo el Comité Federal debe determinar un cambio de postura y apostar por el desbloqueo de la situación”, señaló.
En parecidos términos se expresó el secretario general del grupo de Ciudadanos en el Congreso, Miguel Gutiérrez, quien instó al PSOE a que se replantee su postura. En una rueda de prensa ofrecida en la Cámara baja, Gutiérrez negó que en la reunión mantenida por Rajoy y Albert Rivera se hubiera llegado al acuerdo de ejercer una presión conjunta al PSOE para lograr la abstención de los socialistas. A juicio del dirigente de la formación naranja, son “los propios españoles” los que están trasladando esa presión a los políticos para llegar a acuerdos. Para Gutiérrez, no se puede mantener esta situación de bloqueo y la solución pasa por un cambio en la postura que mantiene el PSOE. Recordó la propuesta que lanzó en su día la disputada de Coalición Canaria Ana Oramas, que apostó por una abstención técnica de todos los grupos para no impedir la designación de Rajoy. “Por eso le pedimos al PSOE que haga ese movimiento por sentido de Estado”, enfatizó.
Pero si desde PP y Ciudadanos se presiona al PSOE para que se abstenga, desde Podemos también se lanzan mensajes a Ferraz, pero en este caso para que Sánchez intente un gobierno alternativo al del PP. Así, el portavoz de la formación morada en el Senado, Ramón Espinar, instó al PSOE a que mueva ficha y decida entre apoyar a Rajoy, gobernar con Podemos o abocar a la ciudadanía a unas terceras elecciones. A juicio de Espinar, los socialistas deben explorar la vía de un gobierno alternativo, aunque, de la misma manera, dejó claro que ese gobierno alternativo de Sánchez debe alejarse de Albert Rivera “porque sería hacer las políticas del PP”.
Presión interna Las presiones a Sánchez, sin embargo, no llegan solo del exterior. Dentro del PSOE son muchos los que le piden que rectifique su posición. A la archiconocida postura de Felipe González en favor de una abstención en el debate de investidura se unió ayer el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien aprovechó su presencia en el homenaje al fallecido alcalde socialista de Villagatón (León) para advertir de que sería “negativo e inconveniente” ir a unos terceros comicios en menos de un año. Por ello, Zapatero abogó por abrir un proceso interno de diálogo en el PSOE para llegar al máximo consenso posible. El exdirigente socialista no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de abstención del PSOE para facilitar la investidura de Rajoy, pero insistió en que no se tendrían que convocar unos terceros comicios, aunque “cada partido tendrá que defender sus posturas y responder ante sus votantes”.
En este tesitura, uno de los principales baluartes con los que cuenta Sánchez dentro del partido es el expresidente del Congreso, Patxi López, que ayer acusó al PP de que intentar “chantajear” al PSOE para que cambie de posición. Según López, el PSOE no se va a mover para que el PP siga poniendo en marcha sus políticas. “El PSOE solo convocaría un Comité Federal si hubiera voluntad de cambiar nuestra postura, pero de momento puedo asegurar que no la hay”, sentenció.