Bilbao - Un batacazo electoral inesperado sumió a Podemos en el desconcierto tras el 26-J a nivel estatal. Superado el shock inicial con llamamientos a reformular las líneas maestras de la acción política del partido de la mano de los círculos, la dirección de la formación morada dará pasos para cambiar de ciclo reactivando a su más de un millar de colectivos organizados. El objetivo pasa por revitalizar su funcionamiento interno antes del otoño.

El mal poso dejado por las últimas elecciones generales abrió una nueva etapa en Podemos. Primero fue el análisis de los resultados que desembocó en algunos roces internos, con voces clamando incluso por la celebración de un congreso al estilo del fundacional de Vistalegre. Después llegó la fase del fuera de juego en la acción política en el Congreso. Calmadas las aguas, ahora toca reorganizarse para “arreglar las disfunciones existentes”. La dirección estatal personificada en el secretario de Organización, Pablo Echenique, activó ayer una intensa campaña en las redes sociales para disponer de “un mapa completo” de la red de círculos o los consejos ciudadanos, entre otros órganos. Podemos aborda así “un cambio de modelo: pasamos del concepto de círculos validados al de círculos activos”, remarcó Echenique en una carta a los simpatizantes. Se trataría, en resumen, de conocer cuáles de esos colectivos se han reunido al menos una vez durante los últimos dos meses, disponen de un enlace de la organización y un mínimo de cinco participantes regulares, y cuáles no.

La calificación de círculos activos los “dotará automáticamente de todos los derechos de aval, de participación y de voto en Podemos y servirá como primer requisito para la posible gestión de recursos propios y otros derechos económicos y jurídicos”, según Echenique sentenció. El proceso, abierto ayer y que no culminará hasta el 30 de septiembre, será descentralizado. En su elaboración participarán las secretarías de Organización autonómicas. - I.F.