Berlín - El millón de refugiados que llegaron el año pasado a Alemania se encuentran registrados ante la administración correspondiente con sus huellas dactilares, fotos y datos personales, según datos de la Oficina Federal para Migración y Refugiados (BAMF). “Ver quién se encuentra en el país por principio da seguridad”, señaló en el programa matinal de la televisión pública ZDF la responsable de la sección operativa de la BAMF, Katja Wilken-Klein, quien agregó que todas las personas registradas han pasado asimismo por un examen policial.
La frecuente ausencia del correspondiente registro de los refugiados llegados en 2015 a Alemania fue duramente criticada entre otros por el ministro del Interior bávaro, Joachim Herrmann, según el cual esta situación facilita el ingreso incontrolado de terroristas al país. Dentro de las próximas ocho semanas, la BAMF tiene previsto también recibir las últimas solicitudes de asilo.
A mediados de julio, alrededor de 150.000 personas llegadas no habían podido presentar todavía su petición. Además, la oficina aspira a concluir hasta fin de año con el proceso de “la mayor parte” de las 496.000 expedientes aún pendientes de resolución, aseguró Wilken-Klein, sumándose a lo declarado en repetidas ocasiones por el máximo responsable de la BAMF, Frank-Jürgen Weise.
En 2015 se registró en Alemania la llegada de unos 1,1 millones de solicitantes de asilo, aunque hubo numerosos casos de duplicidad de registros y de personas que continuaron hacia terceros países. Por ello, en febrero de este año se introdujo un sistema integrado de identificación, acompañado de un carné para todos los refugiados y solicitantes de asilo que llegan al país, para unificar los procesos de las distintas administraciones.
muchos más menores Los servicios sociales alemanes de atención al menor asumieron en 2015 la tutela de alrededor de 42.300 niños y adolescentes llegados ese mismo año a Alemania sin compañía de un adulto, lo que supone un 263% más que en 2014, según datos difundidos ayer por la Oficina Federal de Estadística (Destatis). De estos 42.300 menores no acompañados que ingresaron en el país en 2015 -casi 30.700 más que el año anterior-alrededor de 38.700 -el 91%- eran varones y sólo unos 3.600 eran niñas.
Así, la cifra de menores no acompañados ingresados en el país de la que se tuvieron que hacer cargo los servicios sociales ascendió “de manera considerable”, subrayó el comunicado. Del total de niños y adolescentes refugiados, sin acompañantes adultos, alrededor de 22.300 -el 53%- ha presentado ya una solicitud de asilo, según datos de la BAMF.
Los servicios sociales de atención al menor asumieron el año pasado la tutela de un total de 77.600 jóvenes y adolescentes, unos 29.600 o un 62% más que en 2014. Otros motivos para asumir la tutela fueron, por ejemplo, la sobrecarga de los padres, problemas en la escuela y adicciones del menor. Estos casos se redujeron, por contra, en 1.100 -un 3% menos respecto de 2014-.
ataques a los albergues Entretanto, los centros de acogida de refugiados siguen siendo con frecuencia objeto de ataques de la ultraderecha en Alemania a pesar del fuerte descenso en la llegada de solicitantes de asilo al país, según datos de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA).
En lo que va de año se registraron en todo el país un total de 665 delitos contra albergues de refugiados, 613 de ellos con un trasfondo ultraderechista. Los centros de acogida fueron objeto de 118 delitos con violencia, entre ellos 55 incendios premeditados, nueve infracciones contra el reglamento de explosivos y cuatro explosiones, precisó la BKA alemana.
También se registraron daños materiales en 262 casos y 148 delitos propagandísticos como el uso de distintivos de organizaciones anticonstitucionales. En todo 2015 se contabilizaron 1.031 delitos de extrema derecha, cinco veces más que un año antes. A finales de junio, el máximo responsable de la BKA, Holger Münch, informó de que el aumento del número de delitos se había ralentizado recientemente, pero que no había motivos para bajar la alerta. - Efe