bilbao - Los vascos que en estos momentos trabajan en el Reino Unido no se verán afectados. Primero porque el Brexit no es inmediato, tardará todavía unos años en materializarse. Además, en el peor de los casos, que los ciudadanos europeos necesiten visado para trabajar en el país, se estima que habrá mecanismos para que los que en estos momentos tienen un puesto de trabajo reciban el permiso automáticamente.
Esa es la opinión de Aitzol Asla, experto en Relaciones Internacionales del Colegio de Abogados de Bizkaia, quien confía en que el nuevo marco de conexión entre Londres y Bruselas no suponga una ruptura total, de modo que no se complique en exceso en el futuro la contratación de personal con pasaporte europeo.
No hay una cifra oficial de trabajadores vascos en las islas británicas y es difícil saber cuántos hay y cuál es el perfil medio. Por un lado están los empleados de la hostelería, que por lo general tienen las condiciones laborales más precarias y que sí podrían sufrir un duro golpe. Por otro lado, están los trabajadores de empresas vascas desplazados, cuyo destino dependerá de la estrategia que siga la compañía.
En cambio, los que tienen contrato en vigor con empresas locales, la mayoría de ellos personal de gran cualificación, seguirán sujetos a las condiciones laborales pactadas aunque a efectos prácticos pasen a ser considerados trabajadores extranjeros.
El abogado especialista en Relaciones Internacionales advierte no obstante que en el futuro se complicarán las relaciones laborales de Euskadi con Reino Unido y habrá del mismo modo más obstáculos en el ámbito de las implantaciones de empresas en suelo británico.
El “punto fuerte” de la relación económica era “jugar con las mismas reglas” de compentencia y ahora las condiciones cambiarán, afirma Asla.