LLEIDA - Mariano Rajoy se ha vuelto a convertir en el único candidato con opciones de ocupar la presidencia española que carece de oferta para solucionar el contencioso catalán. El socialista Pedro Sánchez presentó hace unos días su propuesta de pacto con el territorio, y el sábado se comprometió a reconocer sus derechos históricos y encauzar demandas recurrentes como un nuevo modelo de financiación y el corredor mediterráneo. Podemos, por su parte, defiende un referéndum de independencia para zanjar la polémica. Rajoy acudió ayer a Lleida, su primera visita a Catalunya en campaña a expensas de un segundo aterrizaje en Barcelona, y pasó de puntillas por el proceso de independencia. Solo deslizó tres menciones, y en la mayoría de casos para llevarlo al terreno de los gobiernos radicales y el discurso del miedo que está azuzando en las últimas jornadas para aglutinar el voto conservador. Además, no aportó ninguna novedad ni propuesta. Únicamente avisó de que la unidad de España no se toca.

El presidente español en funciones y candidato del PP avisó de que la unidad y la igualdad de los españoles “no se toca”, y a renglón seguido centró todos sus esfuerzos en la cuestión que más de ocupa y preocupa ahora: acaparar todos los votos del centro-derecha para asegurarse la investidura ante la posibilidad de que los radicales lleguen al gobierno, en alusión a Unidos Podemos. De hecho, el mitin de ayer se convirtió por momentos en un auténtico sainete, con la interrupción por parte de tres personas con camisetas de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, una anécdota que cogió al vuelo Rajoy para pedir a Pablo Iglesias que no envíe más manifestantes a sus actos. Para más inri, el PP filtró a las agencias que en el acto se infiltró también el portavoz de En Comú Podem en el Ayuntamiento, Carlos González, que fue desalojado antes del inicio del acto. El concejal se defendió argumentando que era un acto de entrada libre. y que había sido educado en todo momento.

En el mitin, Rajoy dijo que “están en juego muchas cosas, entre ellas la soberanía nacional, porque hay quien pretende hacer un referéndum quitándole a los españoles la posibilidad de decidir lo que quiere que sea su país, España. Pero sobre España opinamos todos y no solo una parte”. También cargó contra el president Puigdemont por aliarse con una fuerza radical como la CUP. Rajoy amagó con recomponer el diálogo con Puigdemont semanas atrás, pero no atendió ninguna demanda y continuó con sus recursos contra leyes catalanas en los tribunales.

En un encuentro informativo, Rajoy apostó por la gran coalición con los socialistas, aunque se puso en el escenario de que no sea posible y planteó entonces la opción de gobernar en minoría. La opción de sumar con Ciudadanos parece cada vez más lejana. Por un lado, la formación naranja veta a Rajoy como candidato a la investidura y, por otro, las encuestas sitúan esa suma lejos de la mayoría absoluta. - DNA