madrid - La resaca del debate a cuatro fue dulce para Mariano Rajoy, todavía con el regusto de las buenas sensaciones dejadas en su intervención ante las cámaras. El líder del PP cuajó una buena actuación en general y solo falló en el tramo sobre la corrupción, en el que sus tres adversarios le mordieron por todos los costados y le dejaron bastante trasquilado. Sin embargo, la percepción general entre propios y extraños fue que, siendo el que más tenía que perder, salió el mejor parado, mejor incluso que Pablo Iglesias, especialista en soliloquios y provocaciones.

La caravana electoral del PP se desplazó ayer hasta Roquetas de Mar (Almería) y entre los presentes se apreciaba una euforia contenida por el papel de Rajoy la víspera en el duelo televisivo. Tampoco el presidente español en funciones escapó a ese triunfalismo y aprovechó para sacar pecho de su actuación descalificando a sus adversarios. “No se puede construir sobre la base de ser negativo, de ser cenizo, de no reconocer las cosas buenas, que son muchas, que tiene España”, apostilló. El candidato popular consideró que el país “se merece algo más que chascarrillos y críticas por parte de personas que no han gestionado un euro en su vida”. En esta línea añadió que el debate sirvió para demostrar que su partido es el que cuenta con un proyecto para “consolidar la recuperación”, mientras que los demás representan “lo negativo, ruido, desorden, frivolidad e inventos de última hora”. Frente al PP, insistió, el “proyecto” que representan sus rivales supondría “un freno a la recuperación y una marcha atrás después de los esfuerzos hechos en cuatro años”.

Tras Rajoy tomó la palabra el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, quien en su habitual tono desatado se mofó de los tres rivales con los que el presidente español compartió plató de televisión y a los que calificó de “Heidi con coleta” (Pablo Iglesias), “un zombi” (Pedro Sánchez) y “un veleta” (Albert Rivera). A todos ellos los llamó “aspirantes de la nada”, frente a un Rajoy que demostró ser “el presidente del Gobierno que merece España, porque tiene claras las prioridades”. - DNA