bilbao - A caballo entre Madrid y Euskadi, Patxi López mira también a las elecciones en Euskadi donde asegura que Idoia Mendia encabezará un proyecto pensado en mirar por las necesidades de la gente.

¿Al lehendakari Patxi López qué cuerpo le queda ante la posibilidad de que Arnaldo Otegi llegue a ese cargo?

-No creo que eso suceda. Si esto hubiera pasado hace cuatro o cinco años, igual sí. Ahora no. Arnaldo Otegi es ya una referencia del pasado en este país.

¿Entiende que EH Bildu haya recuperado su figura como líder?

-Le estaban esperando, eso es algo que era evidente. Pero entiendo que es una página que en Euskadi está ya pasada.

¿Qué opinión le merece el grupo de disidentes que le ha surgido a la izquierda abertzale?

-Bildu empieza a tener los mismos problemas que el resto de partidos en una situación de normalidad. Antes vivían con una férrea unidad bajo la dirección de ETA y no se movía nadie. Ahora que ETA desaparece, les pasa lo que nos pasa a todos.

¿Pero entiende que haya surgido esa disidencia?

-De ese movimiento no quiero entender nada. Pero repito, les sale esa marginación, porque los propios de Bildu dicen que son marginales, con posiciones antidiluvianas.

¿Qué queda por hacer para cerrar el ciclo de la violencia?

-La violencia en sí misma está cerrada. Ahora queda por ver en qué bases cimentamos la convivencia y cómo la construimos. Se necesita tolerancia, respeto al diferente y entender que somos distintos capaces de entendernos. También hace falta dosis de memoria porque lo contrario sería amoral. La memoria necesita del respeto a la verdad de lo sucedido, y aquí lo que había era una banda terrorista que asesinaba por pensar diferente. Lo que nunca puede pasar es que pasemos la página sin leerla y que la víctima deje de ser la víctima.

Hablemos de las elecciones autonómicas. ¿El PSE sale también a ganar en Euskadi?

-Uno tiene que salir siempre a ganar y sobre todo porque en Euskadi no podemos tener una vuelta atrás, a tiempos de conflictos identitarios. Y cuando uno ve lo que plantean Podemos o Bildu, a veces con la connivencia del PNV, parece una vuelta al pasado. Que la gente que dirige Podemos, con 25 años, me hablen de conflictos identitarios, yo me pregunto: ‘¿de qué me están hablando?’ No será mejor hablar de lo bien que se vive en Euskadi y cómo lo podemos mejorar.

Hablando de compromisos de estabilidad, ¿el PSE apoyaría al PNV para evitar un gobierno entre Podemos y EH Bildu?

-El PSE primero se va a apoyar en su proyecto, que mira por las necesidades de la gente de este país, y va a liderar ese proyecto. Y después de las elecciones ya veremos qué es lo que deciden los ciudadanos y el PSE pondrá eso encima de la mesa. Nos entenderemos con quien garantice el autogobierno y las instituciones para mejorar las condiciones de los ciudadanos.

Rodolfo Ares ha dicho adiós al Parlamento Vasco, aunque dejó claro que no abandona la actividad política.

-Si lo hubiera dicho estaría mintiendo.

Imagino que ha sido uno de sus grandes apoyos

-Ahora le voy a tener más cerca. Políticamente está más implicado en la campaña de Pedro Sánchez. Ha sido miembro de la Comisión Negociadora del PSOE y, por cierto, la gente de las nuevas formaciones que no le conocían cuando se han sentado con él en una mesa lo han descubierto, y así me lo han confesado. Ha sido para muchos de ellos un gran descubrimiento en el buen sentido de la palabra. Rodolfo está prácticamente detrás de todos los grandes acuerdos que se han hecho en este país. En la política vasca, Jesús Eguiguren, Rodolfo Ares, Isabel Celaá y algunos más hemos trabajado juntos desde un principio. Nos tocó vivir momentos muy duros en Euskadi y sin Rodolfo no hubiera sido posible nada.

Quien sabe, igual hay dos vascos sentados en un Consejo de Ministros presidido por Sánchez.

-Si se trata de elegir, que esté Rodolfo.