barcelona - El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, presentó ayer su Plan de Govern para una legislatura “excepcional”, a través del cual promete impulsar 45 leyes con el doble objetivo de sostener el Estado del bienestar y crear las estructuras de Estado para Catalunya. Si en la anterior legislatura se aprobaron 47 leyes, Puigdemont se ve capaz de aprobar hasta 45 en solo 15 meses porque está decidido a desplegar los objetivos “sociales y nacionales” que asumió al ser investido.
El compromiso de Puigdemont es que el Govern apruebe el paquete de 45 leyes antes de que acabe la legislatura, pero el posterior trámite parlamentario requerido podría alargar el procés. “Eso ya no depende tanto de mí”, aseguró. El plan de Govern para esta legislatura pretende revertir los recortes y sus efectos, y situar a Catalunya a las puertas de un Estado propio: “Para ello, hemos hecho una hoja de ruta ambiciosa que requiere de unos Presupuestos para implementarla en su totalidad”.
Uno de los ejes clave en lo que resta de legislatura hace referencia a la hacienda propia para Catalunya como “rótula” de la administración catalana, y para ello, el president de la Generalitat se comprometió a dotarla de un sistema informático, personal y competencias. Puigdemont admitió en su comparecencia ante la prensa que este punto es el más complejo de la legislatura, pero aseguró que se centrará en dejar listo “el nervio, la arquitectura básica, para que funcione y funcione bien cuando se ponga en marcha”.
Presupuestos Puigdemont aseguró que para sacar adelante este ambicioso proyecto legislativo es vital aprobar los Presupuestos para 2016, una cuentas que el Govern prevé presentar en mayo en el Parlament. Por ello, el president de la Generalitat advirtió a la CUP de que las cuentas son claves para que el Govern ponga el “turbo” para cumplir todos sus objetivos, tanto sobre bienestar como sobre el proceso soberanista. “Es la muleta indispensable para que el programa de gobierno funcione con el turbo. Los Presupuestos son la gasolina de este vehículo”, según el president, que aseguró que no pide a la formación anticapitalista un cheque en blanco, sino seguir cumpliendo el pacto de estabilidad que suscribió con Junts Pel Sí (JxSí) al inicio de la actual legislatura.
Desde la CUP, el parlamentario Albert Botran dejó claro que su formación “podrá entenderse” con el Govern si esas “voluntades políticas” anunciadas por Puigdemont quedan “reflejadas” en los Presupuestos para 2016. - DNA