Con una tensión máxima instalada en las ya de por sí tirantes relaciones, el ruido mediático levantado estos últimos días por el supuesto enfrentamiento entre dos de las principales cabezas pensantes de Podemos, Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, ha generado una nueva crisis entre la formación morada y el PSOE en un momento crucial de la negociación de cara a la investidura. Con destacados responsables cerrando filas entre el coro de voces que apuntan a la posible apertura de dos frentes por las dimisiones en la Comunidad de Madrid, primeros espadas del partido salieron ayer el tromba a defender las bases de su proyecto. Gráficos fueron los pronunciamientos de pesos pesados -provenientes de diferentes corrientes- como el secretario de Organización Sergio Pascual, el exnúmero tres Juan Carlos Monedero, la dirigente andaluza Teresa Rodríguez o el mismo Errejón, uno de los dos afectados. Este último afirmó incluso que es la mano del “aparato” socialista el que azuza el fuego. La maniobra fue rápidamente negada por el líder socialista, Pedro Sánchez.
“La oleada de titulares pasará en dos o tres días”, vinieron a decir desde Podemos negando una fractura que está enclavada en el siempre complejo equilibrio de poder en el que conviven la dirección estatal y los órganos autonómicos, que ha tenido varios episodios tortuosos hasta el de ayer en Madrid. Lo que sí parece claro es que la “campaña de las élites que busca la división” tendrá repercusión en las ya de por sí turbulentas negociaciones con los socialistas, aunque no afectaría a semejante nivel en lo que respecta a la cohesión interna. Todo lo contrario. “En Podemos siempre hay debate y siempre se hace con luz y taquígrafos. En ningún caso los debates son leídos como fracturas o problemas sino todo lo contrario, como parte del debate democrático”, explicó Montero, cercana a Iglesias. El otro sector que estaría en pugna con el secretario general refrendó esa posición. Así Errejón apuntó hacia el entorno socialista como causante del revuelo. Mediante una carta a la militancia ahondó en que “hay equilibrios y a veces dificultades”, aunque atribuyó la situación abierta a “todo el aparato del PSOE y alrededores” con el objetivo de “tapar” su viraje hacia el PP con el acuerdo con Ciudadanos.
Radio, televisión, comparecencias o redes sociales, los primeros espadas de Podemos circunscribieron la pugna madrileña al terreno político de esa comunidad autónoma, apuntando además que esa situación “no tiene traslación en la política nacional”. “Ni entre Iglesias y Errejón, ni entre ellos y yo hay discrepancias”, desveló Rodríguez -cara visible del sector anticapitalista, que este pasado miércoles emitió un comunicado contrario a un posible pacto por la izquierda con el PSOE- para zanjar que el cisma abierto. Más concisa fue Irene Montero, jefa de gabinete de Iglesias, que señaló que “intentar convertir eso en una suerte de fractura en Podemos es no conocernos en absoluto y tratar de generar una debilidad de aquella fuerza política que no forma parte de los planes de las élites”. Se trataría de una misma maniobra efectuada con anterioridad por representantes de las grandes empresas del Ibex 35 y “viejas glorias” del PSOE, indicó, tras citar a Felipe González.
Monedero también se refirió al asunto y aseveró que no hay ningún tipo de “fricción” en la dupla Iglesias-Errejón. Y repitió la acusación contra el socialismo al advertir una “guerra sucia” para justificar la gran coalición de gobierno ente el PP, PSOE y Ciudadanos.
A su juicio, se trata de una “cortina de humo” para desviar la atención a otras cuestiones que nada tienen que ver con el bloqueo de la situación política española y añadió que la formación morada se afanará en reforzar su “compromiso férreo” para intentar convencer a los socialistas para formar un gobierno de coalición y de progreso, de la mano eso sí de un Gobierno a cuatro voces -PSOE, Podemos, Compromís y En Comú Podem- sustentado con la abstención de las formaciones nacionalistas. “La posición en Podemos es unánime, queremos un gobierno a la valenciana”, terció.
el psoe lo niega “Hoy he escuchado a Errejón señalarnos a nosotros, inexplicablemente. Yo lo que digo es que nosotros somos muy respetuosos siempre con los debates internos que puedan tener todas las organizaciones. No vamos a entrar en ningún tipo de descalificación ni de insulto”. Esa fue la respuesta ofrecida por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, a las insinuaciones de Podemos. A él se unió después Hernando. “Lo que haga Podemos de puertas para adentro me importa muy poco”, aclaró, para después reclamarles “reunirse” para negociar “cuanto antes” un gobierno que desaloje de la Moncloa a Rajoy.