madrid - Al día siguiente del encuentro-desencuentro con Pedro Sánchez, el presidente del PP, Mariano Rajoy, aparece crecido y empuña con más firmeza que en días y semanas anteriores su intención de someterse a la investidura si el líder del PSOE fracasa en su intentona. Como si el desaire a su rival haciéndole una suerte de cobra manual y renunciando a darle la mano en público le hubiera espoleado, Rajoy se presentó ayer en Murcia en un acto ante los suyos con ínfulas de presidente y reivindicó su victoria en las urnas. Al mismo tiempo apremió a Sánchez a presentarse cuanto antes a la investidura para no perder más tiempo a la espera de formar un gobierno.
Durante su intervención, Rajoy urgió a Sánchez a formar un Gobierno en el plazo más breve de tiempo posible porque “no se puede estar indefinidamente sin Gobierno para que alguien se haga propaganda”. “España necesita un Gobierno y lo necesita ya. La economía está ahí, la prima de riesgo está ahí, en Cataluña se están dando pasos en la mala dirección, las agencias de rating están avisando”, advirtió.
Asimismo, aseguró que si el secretario general del PSOE no consigue ser investido presidente del Gobierno español, los populares defenderán un programa de legislatura con cinco objetivos básicos: creación de empleo, mantenimiento del estado de bienestar, defensa de la unidad nacional y de las libertades personales, lucha contra el terrorismo y contra la corrupción. “Si no consigue su pretensión, el Partido Popular está dispuesto, si tiene los apoyos suficientes, a ir al Congreso a defender su programa y someterse a la votación de las Cortes”, señaló .
“Planteamiento respetuoso” El presidente español en funciones juzga como peligrosa la alternativa que propone el secretario general del Partido Socialista de presidir él, Pedro Sánchez, un gobierno de Podemos con el apoyo de los partidos independentistas. “El planteamiento respetuoso con los resultados electorales y con las necesidades de España sería un gobierno del Partido Popular, como primera fuerza política, con el apoyo del Partido Socialista y Ciudadanos”, destacó Rajoy. Y añadió: “el presidente debe ser el que más votos ha sacado”. Por ello, volvió a reivindicar un acuerdo PP-PSOE-Ciudadanos para un Gobierno liderado por él y criticó que el líder socialista “no pidió absolutamente nada” en la conversación que mantuvieron el viernes. “Lo único que ha dicho es que no quiere saber nada del PP”, apostilló.
Su insistencia en atraer al PSOE a un Gobierno liderado por el PP contrasta con la actitud mantenida en el encuentro que mantuvo la víspera con Sánchez en el Congreso, una cita que dejó para la posterioridad su desplante al no darle la mano cuando el socialista -con el que propone formar una coalición, además de Ciudadanos- se la tendió al inicio de la reunión. Difícilmente se entiende un deseo o voluntad de granjearse una amistad, aunque sea de conveniencia, y subirse a un mismo barco, cuando se le retira el saludo. Como incomprensible resultó que el desairado dijera posteriormente que la reunión fue “útil” porque demostraba “la necesidad de diálogo entre los dos principales partidos españoles”.
Rajoy reivindicó su oferta de pacto con PSOE y Ciudadanos como “un planteamiento sensato” y subrayó la necesidad de un nuevo Ejecutivo que lleve una línea continuista con los planteamientos económicos del anterior, y que, a su juicio, han sido avalados por los resultados de las elecciones generales. “Todo el mundo reconoce que ha sido un éxito y ha impedido que España cayera al fondo del pozo como pronosticaban”, aseguró.
la economía Insistió en las bondades de su gestión al frente del Gobierno español en materia económica y alertó de que un cambio de Gobierno podría tirar al traste lo realizado hasta ahora. “Si damos marcha atrás en las reformas, en este país volveremos a las andadas, volveremos atrás y volveremos a los tiempos de la crisis que queremos dejar atrás. Ahora ya vuelve a haber problemas en Europa, ya se vuelve a hablar de la prima de riesgo, ya se habla de débil crecimiento económico. Hemos visto como en algún país se suspendía la cotización de varias entidades financieras, también estamos viendo lo que sucede con la economía mundial, con China y con las bolsas de las economías emergentes”, advirtió.
La visita a Murcia se produjó al día siguiente de que el alcalde y seis de los ochos concejales del Partido Popular de la localidad murciana de Los Alcázares fueran imputados por presuntos casos de corrupción, aunque ni Rajoy ni los dirigentes territoriales del partido hicieron referencia a este hecho durante sus intervenciones públicas. Tan solo una tibia y genérica alusión del presidente español a la hora de ofrecer su pacto contra la corrupción, algo que, reconoció “nos ha hecho mucho daño”.