barcelona - A Mariano Rajoy le han entrado de repente ganas de abordar el conflicto surgido en Catalunya y para ello instó ayer a echar mano del diálogo. “Mi propuesta es hablar del problema”, destacó en su intervención en el Barcelona Tribuna al ser preguntado sobre qué respuesta le puede dar el Gobierno español al 48% de catalanes que el pasado 27 de septiembre votaron independencia, una cuestión que eludió en el cara a cara con Pedro Sánchez. “Sin duda habrá que hablar una vez que se forme gobierno”, añadió el líder del PP, con límites claros como el respeto de la legalidad, la unidad nacional o la soberanía nacional, es decir, que lo que tenga que ser España lo decidan el conjunto de todos los españoles. “A mí hasta ahora me han venido con un pacto fiscal y me han dicho: o lo temas o lo dejas. Luego con la independencia: o lo tomas, o lo dejas. Eso no es negociar”, zanjó Rajoy. Tras desvelar que desde mediados del año pasado no se ve con Artur Mas aunque tiempo atrás sí que mantuvo con él numerosas reuniones, tanto en público como en privado, apostilló que cuando el jefe del Govern le propuso el pacto fiscal, él le dijo que era algo que se tenía que decidir en sede parlamentaria.

Por su parte, Mas ahondó ayer en la importancia de que el soberanismo vuelva a demostrar su fuerza y participe en los comicios del próximo domingo con la misma intensidad que lo hizo el pasado 27-S, en contra de la abstención que propugna la CUP porque ésta “debilitaría el proceso” soberanista. Aunque según el líder de CDC no se trata de hacer otro plebiscito, advirtió de que si los secesionistas no votan en esta ocasión “estarán renunciando a la única carta que tienen para defender el soberanismo”. “Cada vez que tengamos una urna delante debemos ir como depredadores porque es la única carta que tenemos”, insistió.