gijón - El PSOE y, en concreto, su líder y candidato a presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se juegan el todo por el todo en las elecciones del día 20 hasta el punto de reconocer ayer públicamente que será un “fracaso” si los socialistas no ganan los comicios. El socialismo está convencido, en contra de lo que apuntan todas las encuestas, de que el hartazgo de la sociedad española con los cuatro últimos años de recortes económicos del PP y de medidas regresivas en lo social le dará el triunfo en las urnas pese a la irrupción de partidos como Podemos y Ciudadanos.

La semana comenzó nefasta para Pedro Sánchez ya que la mayor parte de los analistas y medios de comunicación criticaron su intervención en el debate a cuatro del lunes, seguido al día siguiente por una dura entrevista en un programa televisivo de humor en prime time, que le dejó en una posición muy incómoda. El resto de partidos aprovecharon la circunstancia para hacer leña del árbol caído y dieron casi por agotada su carrera electoral a La Moncloa.

En las últimas jornadas el candidato socialista ha tratado de remontar los ánimos de su militancia, apelando en varios mítines a la “raza” y el orgullo de partido. En esta misma línea, en declaraciones ayer a El programa de Ana Rosa de Telecinco, afirmó que el PSOE tiene “serias opciones de ganar” y que “va a romper los pronósticos” de las encuestas, que apuntan a que el vencedor será el PP. “Si no gana el PSOE las elecciones, para mí será un fracaso. No me resigno a ser segunda fuerza política en este país porque el 70 por ciento de la ciudadanía quiere cambiar”, manifestó el candidato socialista.

En todo caso, no respondió a si ese eventual “fracaso” significaría el fin de su liderazgo en el partido, puesto en cuestión en el debate del lunes por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que le dijo al socialista que mandaba más bien “poco” en el PSOE. “Yo aspiro a ganar”, decía ayer Pedro Sánchez, para después asegurar que lo que le preocupa es que a España “le vaya bien”. “Lo último que me importa es mi futuro”, zanjó el secretario general del PSOE.

Quien irónicamente salió ayer a su rescate fue el líder y candidato a La Moncloa del PP, Mariano Rajoy, que concedió a Sánchez la categoría de “adversario político más importante” de su candidatura el 20-D. El presidente español añadió que los socialistas son su rival más fuerte, “como lo ha sido a lo largo de casi cuarenta años”, calentando así el cara a cara que mantendrán ambos líderes el próximo lunes.