BILBAO - “Euskadi ha pagado al Estado español en concepto de Cupo unos 4.400 millones de euros más de lo que le correspondería por población desde 1981 a 2014, un 19% más”, afirmó rotundo Pedro Luis Uriarte, el que fuera máximo responsable de la gestión del BBVA, además de exconsejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco y presidente de la comisión negociadora del Concierto Económico en 1981. Por si fuera poco, Uriarte añadió, con cifras en la mano, que de 2001 a 2013 el Estado ha gastado en el territorio de la CAV unos 15.000 millones de euros menos de lo que ha recibido por Cupo en bruto.
Con estos datos, y otros muchos más, Uriarte quiso contribuir a desmontar el mito de que la aplicación de la figura del Concierto Económico y del Cupo resulta insolidaria para el conjunto del Estado. Y la realidad de los números es que Euskadi paga y paga más que si se atendiese, por ejemplo, al criterio de población. Uriarte que incidió en el altísimo respaldo, “el 98%” con que cuenta la figura del Concierto Económico entre la representación de la sociedad vasca, no dudó en reconocer que en las relaciones con la Seguridad Social “que no tiene nada que ver con el Cupo pues es lo que pagan las empresas y los trabajadores vascos a un organismo”, los afiliados vascos han recibido entre 2000 y 2013, unos 4.429 millones por prestaciones por encima de las cuotas pagadas. Pues aún así, “el País Vasco reclama competencias que le perjudican económicamente”.
El actual presidente de la empresa de consultoría estratégica Economía, Empresa y Estrategia presentó en el transcurso de un acto multitudinario sin precedentes en los últimos tiempos, -más de medio millar de personas del mundo económico y político vasco en general y vizcaino en particular abarrotaron la sala de la nueva biblioteca de la Universidad de Deusto-, su libro El Concierto Económico Vasco: una visión personal.
Uriarte desmontó, una a una, las que denominó “calumnias” sobre el Concierto, en referencia a las afirmaciones de que se concedió por presión de ETA, los vascos no pagan nada al Estado y es insolidario, y, por último, que crea un paraíso fiscal en Euskadi. En referencia al Cupo, Uriarte recordó que no es sólo la cantidad que el País Vasco paga al Estado por “sus gastos” en este territorio sino que también “aporta solidaridad y amortización e intereses de la deuda pública estatal”. Uriarte, brillante y ameno en su exposición en una clase magistral de más de hora y media, recordó que el Concierto “no es un invento de los vascos”, sino que se creó en 1878 “entonces no existía ETA”, como fruto de “un pacto” que la Constitución “amparó” basándose en la “impronta diferenciada y las peculiaridades evidentes” del País Vasco. Entre estas citó la estructura política y sindical, el contar con una lengua propia, un tejido económico con un mayor peso industrial, una calificación de rating A, “por encima de la del Estado” etc.
El Concierto “ni es un regalo del poder central, ni convierte a Euskadi en un paraíso fiscal”, indicó Uriarte tras recordar que Madrid tiene una presión fiscal “menor” que Euskadi para las rentas más altas, “las que acuden a paraísos fiscales”. Tampoco es “la varita mágica de la prosperidad”, pero sí es “la piedra angular de la autonomía vasca, la base del estado de bienestar vasco, que tiene efecto en cualquiera que resida aquí”.
Uriarte -que recordó a varias de las personas que han contribuido a que el Concierto sea lo que es hoy en día, desde Josu Elorriaga, que intervino en la negociación de 1981 a, entre otras, la que fuera vicelehendakari Idoia Zenarrutzabeitia, que hizo posible en 2002 su carácter indefinido-, indicó que el Cupo, fijado en 1981 en un 6,24% del PIB, supone un “riesgo”, porque no se calcula basándose en la recaudación, sino en los gastos del Estado. “Este gasto puede incrementarse y la recaudación descender”, matizó. El que fuera consejero delegado del BBVA aseguró que, hoy, el Concierto y el Cupo “están asediados y sufren ataques, críticas y descalificaciones”, como si ambas herramientas tuvieran algo que ver con “el desastroso modelo de financiación español”.