La reivindicación de una institución propia en Iparralde se remonta a la época de la Revolución francesa. Hace más de dos siglos, los hermanos Garat ya criticaron la creación del departamento vasco-bearnes de Bajos Pirineos cuya capital se fijó en Pau y reclamaron la creación de una entidad propia para agrupar los territorios de Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa dentro de la Républica francesa. Durante decadas, sectores económicos, culturales y, posteriormente, políticos, se han sumado a esta petición de cambio institucional. En 1981, el candidato socialista François Mitterrand prometió la creación de un Departamento vasco que fue rechazado entonces por los cargos electos vascos, principalmente de centro-derecha. Tras años de largas reflexiones, se llegó a un consenso en torno a esta cuestión y en 1999 Baiona fue el escenario de una de las mayores manifestaciones nunca celebradas en Iparralde para pedir a París la creación de un Departamento vasco. En 2013, el consenso fue todavía mayor y desde la derecha hasta la izquierda abertzale, la casi totalidad de los cargos electos más relevantes de los tres territorios plantearon la creación de una Colectividad Territorial Especifica, un instrumento creado en varias regiones dentro del proceso de descentralización.

Lo que París aceptó en Corcéga o Lyon no se pudó aplicar, sin embargo, en tierras vascas. Sectores jacobinos aludían a la amenaza de la violencia de ETA y destacados representantes locales como el socialista Frantxoa Maitia subrayaban la presión ejercida por el Gobierno español para descartar cualquier avance en la organización y gestión de cerca de 300 000 “ciudadanos franceses”. Tras el no rotundo del Ejecutivo galo a cualquier avance en cuanto al reconocimiento de lo vasco en el hexágono, París ha dado la campanada al proponer ahora la creación de una nueva mancomunidad (EPCI) con el objetivo de agrupar por primera vez los 158 municipios de Iparralde.

En la actualidad, los municipios vascos están incluidos en 10 mancomunidades. El primer ministro galo, Manuel Valls, y el prefecto de Pirineos Atlánticos plantean crear una entidad jurídica, con representación directa, fiscalidad propia y competencias concretas como desarrollo económico, transportes, vivienda, ordenación del territorio, cultura, política lingüística y cooperación transfronteriza. Por primera vez en su historia, los tres territorios vascos de Iparralde podrían conseguir una institución propia.

El sorprendente cambio institucional planteado por París requiere dos condiciones fundamentales para llegar a la creación de una entidad vasca en Francia. La mitad de los 158 municipios tienen que votar a favor y, al mismo tiempo, tienen que representar a la mitad de los 300 000 habitantes del territorio. Si así lo deciden, la nueva institución vería la luz en junio de 2016 y comenzaría a ejercer sus competencias el 1 de enero de 2017.

Históricos militantes en favor del Departamento vasco ven necesario sensibilizar a políticos y ciudadanos sobre la oportunidad del proyecto y temen que una vez más el peligro no está fuera, dentro de las filas jacobinas parisinas, sino dentro mismo del País-Vasco. Los 158 gobiernos municipales tienen que debatir y dar a conocer su opinión sobre la propuesta antes del 2 de diciembre. La votación sobre la adhesión o el rechazo de la propuesta será entre marzo y mayo de 2016. Una veintena de localidades se ha mostrado ya a favor del cambio.

Tras la desilusión provocada por el inmovilismo de las últimas décadas, varias entidades relevantes como la Cámara de Comercio e Industria (CCI) de Baiona; la Cámara Agrícola Alternativa de Iparralde (Euskal Herriko Laborantza Ganbara); o la plataforma Batera, que milita por la creación de una institución propia, una universidad vasca, una Cámara Agrícola en Iparralde y la oficialidad del euskara, se muestran favorables a la creación de la entidad EPCI propuesta por el Gobierno francés.

Dani Camblong, portavoz de EAJ/PNB en Iparralde, espera que la nueva entidad permita poner en marcha una estrecha colaboración con los cuatro territorios de Hegoalde. La presidenta navarra, Uxue Barkos, ha pedido ya entrar en la eurorregión Euskadi-Aquitania presidida en la actualidad por el lehendakari, Iñigo Urkullu. En caso de que esta nueva entidad vea la luz, la colaboración transfronteriza se podría estrechar entre Barkos, Urkullu y el futuro presidente del nuevo ente en Baiona.

Por primera vez, el PSF de Iparralde se ha posicionado claramente a favor de un cambio institucional. EAJ-PNB y Sortu también apoyan el cambio como primer paso hacia otro escenario. Euskaltzaindia, Ikas Bi y Biga Bai, que fomentan la enseñanza en modelo B en la red pública, la enseñanza católica y los sindicatos CFDT y LAB también apoyan la iniciativa.

En Iparralde son muchas las voces que aseguran que se está decidiendo el futuro de, por lo menos, los próximos treinta o cuarenta años. El vicepresidente socialista de Aquitania, Frantxoa Maitia, califica el proyecto de “oportunidad histórica que no hay que desaprovechar”. Por su parte, la consejera regional ecologista Alice Leiciagueçahar opina que Iparralde y sus 300 000 habitantes necesitan de una vez por todas una voz propia para tener cierto peso dentro de la nuevo región administrativa que París acaba de crear y que agrupa Aquitania, Poitou-Charentes y Limousin. La mayoría de los represetantes locales ya está reflexionando sobre el proyecto pero no así la población, por lo que la plataforma Batera y el Consejo de Desarrollo de Iparralde han iniciado campañas para socializar el debate.

Algunos sectores, que curiosamente salieron a la calle para pedir una Colectividad en 2013, hacen campaña a favor del no. El senador centrista y presidente del Consejo Departamental de Pirineos Atlanticos Jean Jacques Lasserre y los alcaldes de importantes municipios como Anglet, Biarritz y Bidart temen una subida de impuestos y que las zonas más pobladas tengan menos representación en una asamblea de 232 miembros procedentes de 158 municipios distintos. El PCF y el Frente Nacional también han mostrado su hostilidad a la propuesta que mañana será debatida en la Mancomunidad de Baionaldea, la más poblada de Iparralde.