gasteiz - El posicionamiento común en torno a la necesidad de alumbrar una Ley Municipal de los grupos parlamentarios también es evidente en la cautela con la que rehusan fijar los plazos para conseguirlo. Después de tres décadas sin esta normativa llamada a reforzar el nivel competencial de los ayuntamientos vascos, así como su financiación pertinente, la recta final en su tramitación dio comienzo ayer, pero su culminación sigue siendo una incógnita.
La ponencia creada para debatir las 451 enmiendas parciales a las que se enfrenta el proyecto de ley remitido por el Gobierno Vasco a la Cámara supone el principio del fin de la espera. En los pocos minutos que duró la sesión, los portavoces -solo faltó UPyD por problemas de agenda- eligieron el 15 de septiembre para celebrar el primer encuentro de trabajo y, a partir de ahí, reunirse todos los martes hasta ultimar un texto consensuado que, previo paso por el Pleno, pase a formar parte del entramado normativo vasco.
Para sacar adelante un texto común, aún falta delimitar aspectos fundamentales como el papel que desarrollarán los consistorios en el Consejo Vasco de Finanzas y cómo se elegirá a los representantes municipales que participarán en este foro compartido por el Gobierno y las tres diputaciones.
El portavoz del PNV en esta ponencia, Joseba Zorrilla, respondió a preguntas de este periódico que cada grupo pondrá sobre la mesa su particular “caballo de batalla” en torno a la futura ley, aunque se mostró confiado en la capacidad de los aforados para “tejer consensos” que alumbren una norma “con pies y cabeza”.
En este sentido, Zorrilla destacó que a diferencia de otras actuaciones políticas en esta ocasión no vale acordar “unas cosas con unos y otras con otros”, sino que el reto es aunar posturas para conseguir un acuerdo dotado de la mayor estabilidad posible.
La estrategia para desbrozar el camino pactada ayer también pasa por iniciar estos trabajos con “los puntos que nos unen” para, a continuación, abordar los aspectos que más discrepancias despierten entre los grupos, según apuntó el dirigente jeltzales.
El parlamentario socialista José Antonio Pastor confirmó esta táctica y también rehusó aventurar una fecha en la que el resultado del trabajo en la ponencia permita rubricar un texto consensuado. Pastor compartió con Zorrilla que este paso se dé “lo antes posible”, pero explicitó sus “dudas” sobre que esta pretensión sea una realidad antes de finalizar el año.