madrid - “Ya sé que hay mucha gente que quiere que me vaya. Pero yo tengo ganas e ilusión para seguir”. Josep Antoni Duran i Lleida describió ayer de esta forma su intención de liderar el proyecto de Unió en Madrid y Catalunya porque se siente “fuerte y con reservas” para contribuir en una campaña electoral allá “donde haga falta”. En su comparecencia para dar cuenta de la división en el Congreso del grupo parlamentario de CiU en dos subgrupos, el de CDC y UDC, manteniendo el dirigente democristiano, solo a efectos formales y porque lo exige el reglamento, el cargo de portavoz de lo que pasará a llamarse Grupo Catalán de CDC y de Unió; Duran señaló su intención de continuar en la primera línea de la política, amén de catalogar el proyecto de UDC como un planteamiento “con recorrido” que permitirá “dar solución” a las aspiraciones de buena parte del electorado catalán que se siente “huérfano” y “básicamente catalanista” pero que no contempla como solución inmediata la independencia.
Duran no adelantó quiénes serán los cabezas de lista en los comicios del 27-S y en las generales aunque confirmó que el actual secretario general de Unió, Ramon Espadaler, ya se ha postulado para las catalanas y que le parecería “un excelente candidato”. “Creo que tenemos un gran espacio electoral, con un nicho de votantes catalanistas que quieren respetar las reglas del juego”, destacó Duran, quien el pasado martes mantuvo una “extensa” reunión, de hora y media, con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. De hecho, al líder de UDC no le disgustaría una entente con el PSC en Catalunya, pero es algo que Miquel Iceta prefiere dejar para más adelante. “Lo que no puedo hacer es esconder la cabeza. Estoy aquí para dar la cara y defender este proyecto al lado de quien sea”, zanjó el democristiano, que defendió la consulta interna de Unió, donde la cúpula oficial ganó por un estrecho margen de votos, y obvió las posibles sanciones a los críticos que se han ofrecido abiertamente al proyecto de Artur Mas.
En este escenario, Convergència ha designado Pere Macias como nuevo portavoz en la Cámara baja, y el también diputado Carles Campuzano le acompañará como adjunto, ejerciendo así como los rostros más visibles de la formación. Los dos subgrupos funcionarán de manera independiente, ya que se partirán los tiempos en las intervenciones, los turnos para presentar iniciativas y tendrán portavoces por separado en las comisiones. Duran será portavoz de Unió y, de forma oficiosa, del grupo parlamentario pero sin capacidad de veto sobre ninguna de las iniciativas del subgrupo. Trabajarán con un reparto que reflejará el equilibrio de fuerzas, teniendo en cuenta el número de diputados de cada uno, 10 de CDC y 6 de Unió. La ruptura alcanza al gabinete de prensa, donde cada sigla tendrá un responsable de comunicación diferente.