gasteiz - Catalunya es el espejo donde a la izquierda abertzale le gusta mirarse para ahondar en sus aspiraciones soberanistas, pero esta semana a Sortu no le ha hecho falta abandonar las fronteras vascas, ni siquiera el Parlamento, para encontrar en la visita que el miércoles protagonizó el lehendakari ohia Juan José Ibarretxe a esta institución un punto de partida común hacia la meta del independentismo. En esta comparecencia, el ex jefe del Ejecutivo autonómico recordó los fundamentos de su apuesta soberanista plasmada en el proyecto de Nuevo Estatuto y auguró que incluso sin acuerdo con el Estado, tanto Catalunya como Euskadi declararán de forma unilateral su independencia para el año 2030.
Con el recuerdo aún fresco de estas palabras de Ibarretxe y priorizando una inédita voluntad de negociar con el Estado “hasta la extenuación”, el presidente de Sortu y parlamentario de EH Bildu, Hasier Arraiz, propuso al lehendakari, Iñigo Urkullu, que las dos fuerzas nacionalistas con presencia -y mayoría- en la Cámara vasca asuman el proyecto de Nuevo Estatuto como el “punto de partida” para cimentar un proceso soberanista. Enarbolando un ejemplar del conocido como Plan Ibarretxe, el líder de la izquierda abertzale planteó desde el atril de oradores “sacar del cajón y desempolvar” esta iniciativa, que en su día logró el refrendó mayoritario del Legislativo autonómico y el revés del Congreso de los Diputados, para emprender un camino abonado por la sintonía en las aspiraciones soberanistas de EH Bildu y PNV.
De este modo, Arraiz varió las habituales preguntas de control al Gobierno que encierran los plenos de los viernes por esta oferta cuyo punto de arranque situó en la cita electoral del próximo 24 de mayo. Y es que el presidente de Sortu confía en que el entendimiento entre sus compañeros de filas y la formación jeltzale evite la configuración de ayuntamientos o de ejecutivos forales que no apuesten por el derecho a decidir. En este contexto, el aforado y portavoz de EH Bildu ofreció un acuerdo para que los resultados que arrojen las urnas dentro de un mes estén ligado al acuerdo de las diferentes candidaturas de estas fuerzas nacionalistas y, en consecuencia, tanto las institucionales locales como las forales se conviertan en “palancas” en favor del proceso soberanista.
Ante la propuesta de Arraiz, Urkullu empezó por recordarle que en el último pleno de Política General, celebrado en septiembre, el líder de la izquierda abertzale también llevó a la tribuna de oradores un mensaje conciliador que, entre otras cosas, prometía nuevos movimientos en las filas de esta corriente política que Urkullu sigue sin constatar. “No creo que hayan dado continuidad a esa oferta que realizaron entonces”, apuntó el lehendakari en su turno de respuesta.
Es más, el jefe del Ejecutivo autonómico acusó a EH Bildu de haber mantenido una posición basada en el “inmovilismo” que ahora, a tenor de la intervención de ayer de Arraiz, se ha visto alterada por “las prisas” con las que quieren trastocar una hoja de ruta que ya está fijada. “Usted se comprometió a moverse y no lo ha hecho y ahora, para dar sensación de movimiento, se le ha ocurrido que nos movamos todos los demás”, añadió el lehendakari.
derecho a decidir Ante esta confrontación de modelos, el jefe del Ejecutivo autonómico mantuvo su defensa por la “institucionalización del derecho a decidir” como la base fundamental del trabajo que su Gobierno está fomentando para alcanzar la aspiración de un nuevo estatus para Euskadi. Y recordó que con el objetivo de debatir estas aspiraciones y compartir las diferentes visiones de los partidos vascos sobre los diferentes modelos, se recuperó al inicio de esta legislatura la Ponencia de Autogobierno, el foro parlamentario en el que están representadas todas las fuerzas con aforados en el Legislativo vasco y donde Urkullu invitó a Arraiz y al resto de su bancada a presentar todas las iniciativas que, como la que ayer defendió el líder del partido en el atril, puedan estar ligadas a este ámbito.
En caso de seguir este itinerario logístico, el lehendakari mostró su confianza en alcanzar un acuerdo entre las fuerzas vascas que derive en la materialización de “la plurinacionalidad del Estado español” y, por ende, permita continuar un camino que, siempre basado en los ejes del acuerdo y el diálogo, desemboque en el ejercicio pactado del derecho a decidir, “tal y como ha sido posible en Europa en los últimos meses”, señaló Urkullu.