donostia - Gorka Maneiro, único parlamentario de Unión Progreso y Democracia (UPyD) en la Cámara de Gasteiz, abogó ayer por una renovación en la dirección de la formación magenta, una permuta que, según explicó, “debe hacerse poco a poco, de manera sensata y con cabeza”. Pese a esta apuesta por la metamorfosis a medio plazo, defendió también la continuidad de Rosa Díez al frente del partido puesto que su dimisión provocaría el nombramiento de una gestora y la convocatoria de un congreso extraordinario, todo ello a dos meses de las elecciones municipales y forales del 24 de mayo, lo que, a jucio de Maneiro, “sería un suicidio”. “Y no nos vamos a suicidar por mucho que les gustara a algunos”, apostilló.

Maneiro realizó estas declaraciones en una rueda de prensa ofrecida en Donostia para ofrecer su punto de vista sobre la crisis que vive su formación tras la debacle electoral sufrida el pasado domingo en los comicios autonómicos en Andalucía. Los pésimos resultados obtenidos en esta cita y la negativa de la dirección a formar una coalición con Ciudadanos ha llevado a un cisma en el seno del partido que se escenificó el pasado lunes en la reunión del Consejo de Dirección. En este encuentro surgieron voces críticas con la actitud de Rosa Díez, a quien pidieron que asumiera responsabilidades por el fracaso en Andalucía, al tiempo que insitieron en la necesidad de coaligar fuerzas con Ciudadanos, la formación liderada por Albert Rivera.

Díez, sin embargo, defendió la necesidad de mantener la estrategia propia de UPyD y señaló que la política es cuestión de picos, “unas veces estás arriba y otras abajo” para explicar el batacazo sufrido en suelo andaluz. Unas explicaciones que no convencieron a buena parte del partido, lo que se tradujo en la decisión de dejar su puesto en el Consejo de Dirección de cuatro integrantes del mismo: los diputados Irene Lozano y Álvaro Anchuelo y los dirigentes Rodrígo Tena y David Andina. A estas voces críticas se sumó también la de Toni Cantó, miembro del grupo parlamentario del Congreso de los Diputados, que exigió la inmediata renuncia de Díez al ver su comparecencia para analizar los resultados andaluces.

En este contexto, Maneiro mostró su total discrepencia con la apuesta realizada por los críticos que abogan por la necesidad de firmar un pacto con Ciudadanos, algo que calificó como “un disparate”, y sí apostó por mantener las señas propias de UPyD. A su juicio, en la actualidad su formación es “más necesaria que nunca”. Según el parlamentario vasco, UPyD debe seguir “combatiendo la corrupción, las desigualdades y la injusticia”. Maneiro, además, realizó un llamamiento a no rendirse ante unos “enemigos” que son “muy poderosos”.

De posible aliado a rival Lo cierto es que tras lo sucedido en Andalucía, Ciudadanos, que podía haber sido un aliado de UPyD, tal como lo había propuesto Rivera, se ha convertido en rival de la formación magenta. En los comicios andaluces UPyD no logró ningún escaño en el Parlamento andaluz logrando un paupérrimo 1,93% de los votos, lo que supuso 76.000 papeletas de UPyD, 50.000 menos de las que lograron en las elecciones de 2012. Por contra, Ciudadanos alcanzó 368.988 votos, es decir, el 9,28% del escrutinio. Así, en el Parlamento de Andalucía se sentarán nueve miembros naranjas, lo que les convierte en la cuarta fuerza política tras socialistas, populares y Podemos. Lo sucedido en Andalucía podría tener su traslación a Euskadi, y Maneiro, que ha conseguido su acta de parlamentario vasco en las dos últimas legislaturas, vería peligrar su puesto en la Cámara vasca ante el empuje de la formación de Rivera, que tiene en Euskadi a Nicolás de Miguel, candidato a la Alcaldía de Donostia y exdirigente de UPyD, como uno de sus máximos referentes.

Resulta evidente que las elecciones andaluzas han cambiado por completo el panorama político para UPyD y Ciudadanos. Si bien es cierto que fue el partido de Rivera quien lanzó la idea de formar una coalición entre ambas formaciones, los buenos resultados obtenidos el pasado domingo han supuesto un giro. Así, ahora mismo Ciudadanos considera imposible llegar a un pacto con UPyD mientras continúe al frente la actual dirección encabezada por Rosa Díez. Según informaron a Efe fuentes de Ciudadanos, no se contempla ahora este consenso por la postura que mantiene la propia Díez. Asimismo, recordaron que han intentado llegar a este acuerdo en cuatro ocasiones en los últimos siete años sin obtener resultados. En este escenario, el pasado lunes Rivera lanzó un mensaje a los militantes y votantes de UPyD, a quienes aseguró que las puertas de su formación “están abiertas” para aquellos que quieran sumarse a “la tercera vía política”, que en su opinión representa hoy en día Ciudadanos, y cuyo empuje parece real.