BILBAO. En declaraciones a Onda Vasca, recogidas por Europa Press, Calparsoro ha defendido además que la figura del juez y fiscal debe ser "prudente y discreta", cuestiones ambas que "no se concilian muy bien con la exposición mediática".

Preguntado por la coincidencia en el tiempo de presuntos casos de corrupción antes de las elecciones, Calparsoro ha reconocido que "llama la atención" y ha incidido en que, en general, cuando se acercan campañas electorales "proliferan las querellas y denuncias, pero no tiene un sentido cronológico".

"Los procedimientos penales surgen cuando surgen. Son asuntos que estallaron hace años, pero igual ahora se adoptan decisiones o interponen acciones que coinciden temporalmente con el inicio de una campaña", ha matizado.

Tras incidir en que una justicia tardía no es justicia, ha señalado que, sin embargo, habrá asuntos que por su magnitud requieren "un tiempo más prolongado de lo normal".

"El hecho de que se dé una duración injustificada, excesiva, perjudica a la justicia, a la ciudadanía e incluso a los imputados en la medida en que los responsables reales ven cómo se atenúa por el paso del tiempo su posible responsabilidad y los que resultan inocentes han estado públicamente señalados de ser responsables de un delito", ha lamentado.

En esta línea, ha recordado que su petición a la Fiscalía General del Estado de cara a poder contar en Euskadi con un fiscal anticorrupción está solicitada, aunque "no sé si se creará".

"Un fiscal anticorrupción debe tener de especial la especialización. Debe estar destinado a la Fiscalía vasca y bajo una doble dependencia: en ciertos temas de corrupción tendría una dependencia de la Fiscalía de corrupción estatal y en otros dependería del fiscal jefe correspondiente", ha analizado.

A su juicio, esta figura puede tener un efecto "llamada", en el sentido de que un ciudadano que se sienta víctima de una trama pueda contar con un fiscal destinado a estos asuntos, pero "la figura en sí aplicará el Código Penal igual".

Asimismo, ha considerado que "la batalla política" cuando se habla de asuntos de corrupción es "inevitable", porque los políticos "van a intentar utilizarlo legítimamente".

"PRUDENCIA"

Por otro lado, ha reconocido que puede darse en ciertos fiscales y jueces "vanidad o satisfacción porque cierto sector te alabe", algo que es "inhabitable".

No obstante, ha considerado que la figura del juez y fiscal debe ser "prudente y discreta", ya que cuentan con un poder público "muy importante como es privar de la libertad o de sus bienes a un ciudadano, lo que requiere automesura". En su opinión, estos requisitos "no se concilian muy bien con la exposición mediática".