El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se vanaglorió ayer de “limpiar de corruptos” su partido mientras el PP, por contra, “tapa sus problemas”. En una semana marcada por la fulminante destitución de Tomás Gómez al frente de los socialistas madrileños, el líder del partido se refugió en una de sus plazas fuertes, Euskadi, para hacer un alegato de su liderazgo en la formación de la calle Ferraz. En un acto celebrado en Barakaldo, el secretario general del PSOE exhibió músculo ante quienes aseguran que la expulsión de Gómez estaba motivada por la propia debilidad de Sánchez ante la contestación interna.
Acompañado de la líder del PSE, Idoia Mendia, una de las personas que más fuerte apostó por él en la confrontación que mantuvo con Eduardo Madina, el secretario general de los socialistas hizo una defensa de la limpieza en el PSOE. Pese a no hacer una referencia directa a Tomás Gómez y a su traumática expulsión de la dirección del PSM, afirmó que no le temblará el pulso a la hora de tomar decisiones. “Incluso antes de una política eficaz que gane las elecciones se necesita una política limpia, decente... sobre todo en aquellos que nos representan. El compromiso con el que me presenté a la secretaría general sigue indemne, no me temblará el pulso para echar a corruptos del PSOE”, afirmó.
Ante una concurrencia entregada que le recibió al grito de “presidente, presidente”, Sánchez hizo un discurso de marcado cariz interno, en el que cantó las alabanzas de su trabajo al frente del partido. Así, resalto que su compromiso al asumir el liderazgo del partido fue garantizar la limpieza en la vida pública y hacer del PSOE un partido ganador. “Prometimos cambiar el partido y ya lo estamos haciendo. Trabajaremos por un PSOE abierto, limpio y ganador”, enfatizó.
Además de la situación interna en su partido, Sánchez aprovechó su intervención para contraponer su actuación con la de Mariano Rajoy. Mientras que aseguró que los socialistas están orgullosos de sus ideas y “representan el partido más transparente de España”, para conocer las cuentas del PP “hay que consultar a Luis Bárcenas”.
El líder del PSOE insistió en que les tocará a ellos -“cuando sea presidente del Gobierno”, afirmó- arreglar los “desaguisados” producidos por el PP. “En los últimos tres años Mariano Rajoy ha provocado la mayor fractura social, política, territorial y económica de la historia”, subrayó Sánchez, quien prometió que entre los cambios que acometerá si desbanca al PP será derogar la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo Rajoy.
Asimismo, y consciente de que en su pugna con Madina fue clave el apoyo que le dispensó el PSE, se deshizo en elogios hacia los socialistas vascos, de quienes señaló que “hicieron frente a un terrorismo que nos desgarró atentando contra nuestros compañeros, que quiso hacernos desaparecer y no lo consiguió”.
De este modo, no dudó en asegurar que lo mejor que le ha pasado “al País Vasco y a España” ha venido de la mano de gobiernos socialistas y, en ese sentido, destacó el trabajo realizado por Felipe González, Zapatero y “Patxi López”, apostilló.
Esta declaración de intenciones de Pedro Sánchez se producía apenas unas horas después de que Tomás Gómez insistiera en calificar de “error histórico” su destitución al frente del PSM y mostrara sus cartas de cara a la pugna interna abierta en el socialismo madrileño al propugnar unas primarias para elegir candidato a la presidencia de la comunidad. Gómez dejó ayer clara su apuesta: Amparo Valcarce.
La presidenta del Grupo Parlamentario del PSOE en la Asamblea de Madrid anunció ayer su intención de optar a encabezar la lista socialista a la comunidad en una rueda de prensa en la que estuvo acompañada de diputados autonómicos afines a Gómez, entre ellos Maru Menéndez.
Ante la opción que representa Valcarce, la apuesta de la dirección del PSOE es Ángel Gabilondo. Sin embargo, el exministro de Rodríguez Zapatero aseguró ayer que nadie del PSM ha hablado con él, “y si lo hacen lo dilucidaré, lo pensaré y decidiré”. Gabilondo negó, además, que haya puesto como condición para ser candidato no someterse a un proceso de primarias, pero lo cierto es que, si se produce esa confrontación, uno de los requisitos es ser militante del PSOE y Gabilondo no lo es.