BILBAO - El portavoz del PSE en el Parlamento Vasco, José Antonio Pastor, denunció ayer dentro de su balance de año que el Gobierno de Urkullu “carece de ideas y de proyectos” y está dirigido por un “lehendakari de tebeo, con muchas imágenes y poco texto”, avisando de que los socialistas recrudecerán la labor de oposición pese a haber facilitado la aprobación de los Presupuestos del próximo 2015.

De hecho, Pastor censuró que, aunque las leyes recogidas por el Gobierno Vasco en su calendario legislativo hasta finales de este año se elevan a 18, han sido remitidas nueve y aprobadas dos, de las que “la mitad contaba con proyectos hechos en la pasada legislatura, incluso en debate avanzado”, criticando que el Gabinete Urkullu “no tiene ideas, no tiene iniciativa y no tiene un proyecto de país”, incluyendo el retraso de “casi dos años en presentar un proyecto de Ley Municipal que ya estaba hecho y ha empeorado considerablemente” el texto que dejó el Ejecutivo de Patxi López.

Asimismo, reprochó Pastor que el consejero de Empleo y Asuntos Sociales, Juan María Aburto, “se va a ir para ocuparse de su candidatura” a la Alcaldía de Bilbao, “dejando empantanados todos los asuntos importantes de su área”, entre ellos, “enderezar el rumbo de Lanbide” para gestionar las políticas activas de empleo, ordenar la prestación de las ayudas sociales, y “estabilizar” su plantilla con una Relación de Puestos de Trabajo. Igualmente el dirigente del PSE se refirió al desarrollo de la cartera de prestaciones sociales, avisando de que el acuerdo interinstitucional de la pasada semana es “insuficiente en su financiación y su alcance”, además de no garantizar “el derecho de todos los vascos con necesidades a recibir una atención igual”.

En este contexto, añadió que no hay “ningún elemento nuevo” que haga reconsiderar la postura del PSE ante la Ponencia de Paz y Convivencia, e instó al PNV a aclarar “a qué quiere jugar” en la Ponencia de Autogobierno. Por todo ello, anunció que el PSE va a “reforzar su acción de oposición y control”, y que a partir de enero los socialistas se dedicarán a “controlar que cada euro presupuestado llega al destino marcado”. - E. P.