gasteiz - Una semana después de reunirse con el consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria, EH Bildu aguarda aún la respuesta del Gobierno Vasco a los planteamientos presupuestarios de la coalición soberanista y, por ello, emplaza al lehendakari, Iñigo Urkullu, a elegir entre el apoyo “con recortes” que puede brindarle el PSE o el respaldo “sin recortes” que ofrece la bancada liderada por Hasier Arraiz.

Y es que, según manifestaron ayer los parlamentarios Unai Urruzuno -en euskera- y Leire Pinedo -en castellano-, “el acuerdo de 35 millones” de PNV y PSE “no va a garantizar el gasto social básico” y requiere de nuevos movimientos entre las partidas planteadas.

En su intervención, Urruzuno recordó que el precio del apoyo de EH Bildu se traduce en partidas por valor de más de 500 millones de euros, una cantidad que desde este grupo parlamentario siguen sin aclarar de dónde deben recortarse. El portavoz parlamentario realizó ayer el primer avance público en este sentido, pero las partidas susceptibles de ser modificadas que concretó no alcanzan ni el 3% del montante que exigen. En este apartado criticaron que se destinen fondos a destinos como la Fundación Patricia Botín, “una de las personas más ricas de España”.

Al igual que EH Bildu, UPyD aún no quiere oír hablar de una enmienda a la totalidad, pero ve muy lejos un posible pacto con el PNV al disponer este partido del apoyo de “sus palmeros”, como calificó Gorka Maneiro al PSE.