BILBAO - Se le ve venir, por su envergadura y pinta de bonachón, y por su pensamiento sin ambages y coherente. Va de cara José Antonio Pérez Tapias (Sevilla, 3-VI-1955), sevillano, y beticista, con una larga trayectoria en Granada, donde ha tenido cargos de representación institucional, amén de ejercer como profesor de Universidad culto y amante de las letras. Casado, con dos hijos y un nieto que le roba la sonrisa, su compromiso social le llevó desde joven a adquirir responsabilidades académicas y a implicarse en movimientos vecinales, además de afiliarse a la UGT e ingresar en el PSOE, partido que entiende desde la corriente Izquierda Socialista (IS).

Le gusta evocar su etapa de delegado de Cultura de la Junta de Andalucía por haber salvado el Teatro Alhambra o resolver la sede de la Fundación Francisco Ayala, aunque también tuvo que lidiar con aquella Plaza de Toros subterránea, que le dio más de un quebradero de cabeza. Miembro de Cristianos Socialistas, practicante, la laicidad es una de sus apuestas. “¡Ya está bien de la casilla para la Iglesia Católica en la declaración de la renta! Supone una discriminación”, clama, mostrándose convencido de la necesidad de romper el Concordato con el Vaticano. Como pasaba con el dirigente socialista Fernando de los Ríos, podría definirse como cristiano eramista, con una gran pasión: debatir con firmeza sus posiciones desde el respeto. Entre sus numerosas publicaciones, La izquierda que se busca, o El pensamiento humanista de Erich Fromm. Crítica y utopía desde Marx a Freud, obra con la que se doctoró en Filosofía en 1990.

Algunas de sus intervenciones en el Congreso como diputado entre 2006 y 2011 -cuestionaba ya las políticas de Zapatero- se recuerdan por su oratoria y solidez de argumentos, y es que es probable que a mantener activo y ordenado su pensamiento contribuyan sus largas caminatas por la cara norte de Sierra Nevada o la de Baza, a las que frecuenta desde su particular punto de partida: una casa de piedra en un pueblo del Marquesado, en Guadix, que le llevó cuatro veranos construir.

Girado muy, muy a la izquierda de lo que ahora representa su partido, al que quiere dotar de “nervio” y descontaminarlo de neoliberalismo, Pérez Tapias, pionero como es en estudios sobre el federalismo, proclama la plurinacionalidad. Una rara avis empuñando la rosa. - I.S.M.