Gasteiz - El exsenador de UCD y exalcalde de Vitoria, Alfredo Marco Tabar, ve en el Estatuto de Autonomía un “punto de equilibrio inestable” sobre el que debe descansar el entramado institucional vasco y situar Euskadi en España. La única alternativa a esta vía es, según el veterano dirigente, un avance soberanista que a modo de reacción podría despertar el fantasma de la “disgregación” en Álava.

Bajo este eje argumental, Marco Tabar puso ayer en valor durante su intervención en la Ponencia de Autogobierno el texto estatutario aprobado en 1979, un documento que con el paso de los años ha demostrado que “ha servido y sirve” pese a que desde hace dos décadas padece una campaña de “depreciación” por parte del nacionalismo, según el dirigente del PP.

Marco Tabar recordó que en las filas de UCD no convencía un acuerdo que “diseñó, lideró y pilotó el PNV, aunque “por pragmatismo” lo asumieron como propio. Las dudas que albergaban las siglas lideradas por Adolfo Suárez era el carácter “permanentemente abierto” que el articulado concedía al Estatuto, “como si no fuera una solución razonablemente definitiva”. Aún así, Marco Tabar destacó el “valor de la renuncia” que tuvo su partido en esos momentos y elogió los resultados del pacto.

Siempre con el Estatuto vigente como base, el ex primer edil gasteiztarra se mostró dispuesto a revisar este documento, pero no a buscar otras alternativas. “No seáis temerarios”, aconsejó a los parlamentarios.

racionalización El catedrático en Derecho Constitucional de la EHU/UPV Alberto López Basaguren comparte esta fórmula revisionista para mantener con vida un Estatuto que, no obstante, “inexorablemente está llamado a un proceso de racionalización”.

El docente destacó en una amplia y minuciosa exposición académica las “serias dificultades” que conllevaría el intento de trasladar al ámbito político las especificidades que encierra el Concierto Económico, pero insistió en la necesidad de reformar un Estatuto vasco que “se ha quedado viejo”.

Los cambios también deben ampliarse a la Constitución española, de lo contrario Basaguren estima que el fracaso del sistema político será “irremediable”. El problema que observa el profesor es la “incapacidad” en la mayoría de los partidos políticos para acometer una reforma “razonable”.

Aún así, insistió en ejecutar las modificaciones pendientes para encauzar un futuro que en el caso de Euskadi ve con cierto pesimismo. Y es que, según Basaguren, el estancamiento demográfico, la “profunda división social” cada vez que se plantean proyectos políticos “al límite” y la “debilidad política” de los gobiernos minoritarios son tres escollos contra los que debe combatir el País Vasco.

Respecto al derecho a decidir, añadió que es “un gran éxito del marketing político” que no se corresponde con la realidad, ya que en “ningún ordenamiento jurídico” existe el derecho a decidir “unilateral de una comunidad sobre su estatus político”.