Bilbao - El Gobierno Vasco presentará hoy el Programa Gertu, con el que pretende impulsar un trato individualizado, más personalizado, con cada víctima. Aunque Lakua ya ha mantenido contactos con el colectivo, la nueva iniciativa permitirá estrechar esas relaciones y aspira a atender las propuestas y preocupaciones de los damnificados para canalizarlas y plasmarlas de alguna manera en la acción de gobierno. Fuentes de Lehendakaritza consultadas por DNA explican que será el equipo de la directora de Víctimas y Derechos Humanos, Monika Hernando, conformado por Ain-tzane Ezenarro y Enrique Ullibarriarana, quien se encargue de llevar en persona los contactos con las víctimas, siempre bajo la coordinación del secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández. El objetivo pasaría por "reforzar" la atención a las víctimas.

Fernández y Hernando comparecerán hoy en la sede del Gobierno Vasco en Bilbao para presentar el programa de "refuerzo de la atención personalizada a las víctimas y de su participación". El plan nace en cierto modo del informe que redactó el Instituto Vasco de Criminología por encargo de la Dirección de Víctimas de Lakua. El estudio se centró en los damnificados anónimos e indirectos, es decir, familiares de personas fallecidas en atentados de ETA, los GAL, el Batallón Vasco español u otras organizaciones. La mayoría no estaba asociada a ningún colectivo. El estudio sirvió para poner al día de sus demandas al Ejecutivo vasco. Muchos de los entrevistados apostaban por intensificar su participación en las políticas públicas sobre víctimas, y Lakua habría apostado por coger el guante con el Programa Gertu. La clave estriba en que, mientras las víctimas asociadas a algún colectivo tendrían a su disposición más vías para trasladar sus reivindicaciones a la Administración Pública, los damnificados no asociados se encontrarían en una situación de mayor desamparo, y también en su caso el Gobierno Vasco desea hacer un esfuerzo para escuchar sus propuestas, aunque Lakua no se centrará únicamente en ese colectivo de víctimas.

La iniciativa, que ya llevaba un tiempo cocinándose, coincide sin embargo temporalmente con la censura de la oposición a la política de paz del Gobierno Vasco. PSE, PP y UPyD han acusado al PNV de ser complaciente con la izquierda abertzale, y han dado por rotos todos los consensos sobre paz. Los constitucionalistas afilaron sus críticas y aseguraron que Lakua había abandonado a las víctimas después de que el lehendakari destituyera al asesor Txema Urkijo al haber constatado sus dificultades para encajar en el grupo de trabajo del secretario de Paz Jonan Fernández.