Bilbao - En unas elecciones de circunscripción única como las europeas, en las que cada voto cuenta en el marcador final, populares y socialistas lucharán por cada sufragio que les permita aliviar en alguna medida la más que segura caída de apoyos que todas las encuestas dan por supuesta. Aunque aún falta una semana para el inicio de la campaña oficial para los comicios del 25-M, los dirigentes en Euskadi del PSOE y el PP han enseñado en los últimos días sus cartas, que pasan por emplazar al voto útil en detrimento de opciones "testimoniales", como califican al PNV, que opta a que su única europarlamentaria, Izaskun Bilbao, repita escaño en la Cámara de Bruselas.

La confluencia de intereses entre las formaciones constitucionalistas es evidente en cuanto a que ambas tratan de rascar votos a la candidatura jeltzale. El PSE alardea de haber logrado que la vasca Eider Gardiazabal repita en posiciones de salir reelegida, a lo que se suma que un peso pesado de los socialistas, el también vasco Ramón Jáuregui, se haya situado como número dos de la lista encabezada por Elena Valenciano.

A juicio de Jáuregui, lo que está en juego en estas elecciones es el signo del futuro presidente de la Comisión Europea, si será popular o socialista, restando así cualquier posibilidad al tercer grupo de la Eurocámara, el de los liberales, en el que se integra la europarlamentaria del PNV. "El grupo liberal no aporta nada para la defensa del País Vasco más allá de lo que testimonialmente haga Izaskun Bilbao", declaraba el diputado socialista en una entrevista en DEIA.

Muy parecido es el mensaje que se traslada desde el PP de la CAV. De los dos populares vascos que lograron acta de eurodiputados en 2009, Jaime Mayor Oreja y Carlos Iturgaiz, solo este último sobrevive en la candidatura de 2014 con posibilidades reales de obtener escaño. Decía el pasado lunes la presidenta del PP de la CAV, Arantza Quiroga, durante la presentación de la candidatura de Iturgaiz, que la oferta de su formación "representa a los vascos con mucha más fuerza y utilidad que aquellos que -en referencia a los jeltzales- tienen como mucho a un parlamentario integrado en un grupo pequeño apenas presente en Europa".

Joseba Aurrekoetxea, responsable de Organización del EBB del PNV y coordinador de su campaña, niega de plano que su europarlamentaria esté "sola" en Europa. "Pertenece al grupo ALDE, que tiene más de ochenta escaños, y por la misma se puede decir que el PP, con sus 24 representantes, está solo frente a los 754 miembros que componen la Cámara", opina en declaraciones a este periódico. Pero lo que a su juicio desmonta el discurso del voto útil es que Izaskun Bilbao ha sido "la única" que ha representado los intereses de Euskadi: "Los eurodiputados vascos del PP y el PSOE han estado bajo la disciplina de partidos más grandes, sin visión hacia Euskadi y sin capacidad de defenderla". El burukide se "remite" a lo que denuncian catalanes, gallegos y canarios, con los que el PNV está coaligado, que "se quejan" de la actuación de los grandes partidos en Bruselas.

remontada dudosa La difícil situación por la que pasan los dos partidos mayoritarios en España explica esta conjunción de intereses, aunque cada uno de ellos tiene una casuística diferente. El socialismo reconoce que será un fracaso absoluto, en especial para su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, si el primer partido de la oposición no gana estas elecciones pese a los dos años de gobierno de Mariano Rajoy, los seis millones de parados, los recortes sociales y la indignación social que todo ello ha provocado. Pero las encuestas no auguran una remontada clara. La mayoría dan al PSOE entre 18 y 19 europarlamentarios, casi los mismos que el PP, pero la mayor parte de los sondeos apuntan a que la formación de Rajoy podría ganar aunque por la mínima. Así que el PSOE esgrimirá el discurso del voto útil pero no solo en Euskadi. También le preocupa, y mucho, el trasvase de votos a otras formaciones debido a la situación de hartazgo con los partidos mayoritarios en el Estado. Ahí está Izquierda Unida, que prevé multiplicar su representación en Bruselas, lo mismo que UPyD, al tiempo que un puñado de formaciones surgidas al calor de los movimientos del 15-M pretenden recoger sus frutos.

Para el PP estas elecciones son tanto o más importantes, por lo que no duda en echar el resto. El batacazo de los populares es seguro tanto respecto a las últimas europeas, las de 2009 -en las que obtuvo cerca del 43% de los votos mientras que las últimas encuestas le auguran diez puntos menos-, como las generales de 2011, en las que vapuleó a los de Rubalcaba con casi el 45% de votos. Pero Mariano Rajoy aspira a salvar la honrilla y ganar al menos por la mínima a los socialistas, mirando de reojo a las más que vitales elecciones municipales, autonómicas y generales del año que viene.

La situación de EH Bildu es algo diferente. Como todas las formaciones, aspira a obtener un buen resultado, que en su caso pasa por amarrar el escaño para su candidato, Josu Juaristi, aspiración que se le podría complicar ya que solo ha podido sumar a su coalición al BNG como partido con cierta representación, tras la negativa de ERC a sumarse al carro de la formación abertzale.

El desgaste de los gobiernos de Bildu en Gipuzkoa y Donostia, inmersos en continuas polémicas, le puede penalizar en las urnas, por lo que tratará de captar el voto indignado. Su apelación al voto útil irá dirigida a que no se dispersen aquellos sectores que reivindican un cambio de modelo político, social y económico, todo ello sin olvidar su verdadero eje de la campaña, que es el derecho a decidir.