Bilbao. En los últimos meses todo parecía indicar que CiU se decantaría por un bloque catalán para presentarse a las elecciones europeas, lo que dejaba en el alambre la alianza con PNV y Coalición Canaria, y no porque los jeltzales no compartieran su defensa del derecho a decidir, sino porque su presencia no tendría sentido en una coalición exclusivamente catalana donde el eje de las reivindicaciones y la única razón de ser fuera Catalunya. Aunque Unió apostaba por reeditar la fórmula electoral de 2009 con el PNV, Convergència quiso explorar antes la posibilidad de articular una entente catalana, que finalmente no ha prosperado. ERC descartaba ese bloque la semana pasada al constatar las dificultades para englobar a todas las formaciones partidarias del derecho a decidir de Catalunya, lo que despejaba el camino para repetir la alianza con el PNV. Según ha podido saber este diario, los jeltzales y CiU mantuvieron varios contactos el pasado fin de semana para explorar esa posibilidad. Tras esas conversaciones y en el marco de la Comisión Ejecutiva de CiU, Convergència, presidida por Artur Mas, se reunió ayer con Unió, la formación de Josep Antoni Duran i Lleida, y apostó por acudir a las elecciones con el partido de Andoni Ortuzar. El secretario general de UDC, Josep Maria Pelegrí, confirmó ese extremo en rueda de prensa, sumó a Coalición Canaria, y avanzó que ya han hablado con otras fuerzas de Galicia, Mallorca y Valencia para ampliar la lista.

Aunque la alianza parece encarrilada y no cabe augurar mayores sorpresas, fuentes del PNV puntualizaron que el acuerdo definitivo debería ratificarse en una próxima reunión con CiU, y también debería contar con el aval de la Asamblea Nacional jeltzale del 22 de febrero, que tendrá que autorizar la lista de candidatos del partido y la propuesta de coalición, aunque nadie espera un giro en los acontecimientos. También ha apostado por sumarse al PNV Compromiso por Galicia, partido escindido de BNG. El 69% de la militancia ha respaldado esa posibilidad, frente al 29% que prefería acudir en solitario. Las conversaciones con Coalición Canaria parecen igualmente avanzadas. En 2009, el PNV se sumó a CiU, CC y pequeñas formaciones de Andalucía, Baleares, Valencia y Aragón. Lideró la lista el convergente Ramón Tremosa.

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, avanzó ayer que Tremosa tiene "muchas posibilidades" de repetir como candidato, y Pelegrí, por su parte, aventuró que Unió podría apostar por el actual eurodiputado Salvador Sedó. Pese a las diferencias entre ambos candidatos, Trias y Pelegrí no auguraron problemas. El EBB también ha vuelto a proponer a sus bases que apuesten por Izaskun Bilbao, aunque el proceso sigue abierto y la militancia tendrá la última palabra. Los socios de la coalición deberían decidir cuál de los candidatos ocupa el primer puesto de la plancha. Al margen de la eventual alianza con el PNV, Pelegrí confió en que todas las formaciones partidarias de la consulta confeccionen "un programa común" para dar a conocer su propuesta en Europa.

Las elecciones europeas resultan especialmente complicadas para los partidos sin implantación en todos los territorios del Estado. Al repartirse los escaños por circunscripción única, la estatal, se ven abocados a sumar fuerzas para no ver en peligro su representación. El PNV no había podido resolver hasta ahora su política de alianzas al estar pendiente del escenario catalán, que también ha tenido en vilo a EH Bildu. Una vez despejada la incógnita, la coalición abertzale ha podido comenzar a negociar con ERC.