JERUSALÉN. El ex primer ministro israelí Ariel Sharón, uno de los políticos más laureados y a la vez controvertidos de la historia de Israel, falleció ayer a los 85 años en el hospital de Tel Aviv en el que estaba ingresado desde 2006, según informó el centro médico. La salud de Sharón, que estaba en coma desde que hace ocho años sufriera un derrame cerebral masivo, comenzó a deteriorarse hace dos meses y medi, y en los últimos días sufría una insuficiencia renal que afectó a varios de sus órganos vitales y le mantenía en estado crítico, de acuerdo a los facultativos del centro médico Shiva Tel Hashomer. Ariel Sharon será enterrado mañana lunes en una ceremonia privada en el rancho de los Sicomoros en el que vivía y en el que está sepultada también su mujer Lili, según informó ayer el Canal 1 de la televisión israelí.

En el hospital permanecían concentrados desde primera hora del día familiares, subordinados y allegados tanto de su época como militar como político para acompañar a los dos hijos de Sharon, Guilad y Omri. Su hijo Guilad Sharon agradeció en una breve comparecencia ante los medios en el hospital a todos aquellos doctores, enfermeros y facultativos que estuvieron a cargo de atender a su padre durante los ocho años de ingreso médico tanto en el centro Tel Hashomer de Tel Aviv como en el Hadasa Ein Karem de Jerusalén. "Se marchó cuando él decidió irse", refirió antes de agradecer "a todas aquellas personas en Israel y el mundo que se interesaron por su estado".

legado La figura de Ariel Sharon, controvertido militar a la vez que audaz político, deja un legado jalonado por luces y sombras sin el que no se pueden entender capítulos cruciales de la Historia de Israel y del conflicto en Oriente Medio. Su imagen de díscolo general y astuto estratega, amado y aclamado por unos y odiado por otros, no deja indiferente a nadie. Campañas como las del Sinaí en la guerra de los Seis Días (1967) o el cerco al Ejército egipcio durante la del Yom Kipur en 1973, en la que, desobedeciendo las órdenes del Estado Mayor dirigió a sus tropas hasta las puertas de El Cairo, no podrían comprenderse sin su liderazgo.

En su faceta militar es conocido también, entre otros episodios, por su controvertido papel indirecto en la masacres de palestinos de los campos de refugiados de Sabra y Shatila en El Líbano en 1982. La colonización de Cisjordania y la franja de Gaza también tiene su crédito cuando, siendo ministro de Agricultura a finales de la década de 1970, impulsó la proliferación de asentamientos israelíes en los territorios ocupados.

La Segunda Intifada, la de Al Aksa, le debe en parte el nombre a una polémica visita que efectuó entonces como líder de la oposición, en septiembre de 2000, a la explanada donde se erige el santuario musulmán. Fue el detonante de uno de los levantamientos populares palestinos más importantes contra la ocupación israelí. Sharon también será recordado por ser el responsable del confinamiento en Ramala del histórico dirigente palestino Yaser Arafat, al que declaró persona irrelevante e interlocutor no válido, lo que le valió fama de líder intransigente.

MEMORIA El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó ayer que la "memoria de Ariel Sharon está grabada en el corazón del pueblo de Israel", poco después de conocer su fallecimiento. "Sharon tuvo un papel central en la lucha por la seguridad del Estado de Israel a lo largo de toda su historia, era ante todo un bravo luchador y un gran militar", afirmó Netanyahu en una nota de prensa.

Netanyahu, que en 1999 fue sucedido al frente del partido Likud por Sharon, con quien después tuvo una fuerte rivalidad política en torno a la evacuación de la franja de Gaza, agregó que "su memoria estará grabada para siempre en el corazón del pueblo de Israel". El presidente israelí, Shimón Peres, quien después de años de rivalidad política con Sharon le apoyó y acompañó en la creación del partido Kadima en 2005, lo describió como "un soldado valiente y político atrevido que no conoció el miedo".

El presidente francés, François Hollande, fue uno de los primeros líderes europeos en dar sus condolencias. "Sharon ha sido uno de los principales actores en la historia de su país, y tomó la decisión de dialogar con los palestinos", hizo saber Hollande a través de un escueto comunicado del Elíseo. Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aplaudió a Sharon como un hombre "que siempre defendió los intereses de Israel", en una nota dirigida a la familia del fallecido ex primer ministro. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lamentó ayer la muerte de Sharon, al que definió como "un héroe para su pueblo", e instó a Israel a aplicar su legado de pragmatismo en las actuales negociaciones de paz con los palestinos.

Por otra parte, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) declaró ayer mayor su confianza en la victoria final en su lucha contra Israel tras la muerte de el "tirano" Ariel Sharon. "Ahora confiamos más en la victoria con la partida de este tirano", afirmó un portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, en declaraciones desde la Franja de Gaza. Además, los palestinos del campo de refugiados de Ain al Hilweh, en el sur de Líbano también celebraron la muerte del ex primer ministro israelí. Sharon "era un carnicero y asesinó a palestinos tanto en las tierras ocupadas como en Líbano", aseguró ayer el comandante militar de Al Fatá en Ain al Hilweh, Munir Maqdah.