Gasteiz. El acuerdo que PNV y PSE alcanzaron en verano encauzó la creación del Instituto de la Memoria, cuya puesta en marcha está prevista para 2014. La conclusión esta semana del plazo de enmiendas ha servido para comprobar la acogida entre las diferentes bancadas de esta iniciativa llamada a coordinar todas las políticas públicas referentes a las víctimas de la violencia.

La posición de EH Bildu queda de relieve en el primer cambio que demanda la coalición soberanista: el nombre. Frente al Instituto de la Memoria y la Convivencia que figura ahora como denominación provisional de este proyecto, la coalición soberanista pretende que se incluya, en primer lugar, una alusión directa a los derechos humanos.

Y es que, además de hacer mención a las "experiencias traumáticas marcadas por la violencia: la Guerra Civil, la dictadura franquista, el terrorismo de ETA y el contraterrorismo ilícito" que recoge el texto tramitado en el Legislativo, el parlamentario abertzale Julen Arzuaga destacó que dentro de las 21 enmiendas presentadas por su bancada se reclama un sitio a "todos los sufrimientos de todas las violencias, sin excepciones ni exclusiones, para el reconocimiento y la reparación correspondientes".

Arzuaga también demandó que este instituto tenga una estructura "ágil, eficaz y económicamente ajustada", objetivos para los que es necesario, según la coalición soberanista, que al frente figure un sólo director, que sea "autónomo y designado por el Parlamento Vasco con una mayoría de tres quintos de la Cámara", igual que sucede con el nombramiento del Ararteko.

El aforado abertzale consideró que la ponencia que se creará para encauzar el alumbramiento del Instituto de la Memoria, y donde estará representada EH Bildu, guarda "relación" con el foro legislativo creado para consolidar la paz y garantizar la convivencia, donde a diferencia de las demás fuerzas parlamentarias, con la excepción del PNV, también está presente la coalición abertzale.

Arzuaga consideró una "contradicción" no participar en una y sí hacerlo en otra, aunque confió en que la futura ponencia del Instituto de la Memoria sirva para resolver la situación de stand by que padece el foro de la paz y convivencia.