barómetro de octubre del cis
Un varapalo que cuestiona a Rubalcaba en vísperas de la cumbre socialista
El PSOE atribuye los malos datos "a que se les fue la mano con la 'cocina' del CIS"
Raquel Ugarriza
madrid. Un torpedo en la línea de flotación del líder del PSOE. Las nefastas cifras de estimación de voto para el PSOE que ofrece la encuesta del CIS de octubre colocan a Alfredo Pérez Rubalcaba en una situación difícil en vísperas de la Conferencia Política de su partido que pretende elaborar la agenda ideológica socialista de los próximos años. El PSOE obtiene la peor estimación de voto desde que pasara a la oposición tras las elecciones generales de 2011. Se materializa así el peor de los escenarios dibujado por los socialistas, ése en el que un líder ya amortizado y sin un proyecto de futuro renovado es incapaz de batir a un gobierno que gestiona la peor crisis económica de la historia reciente.
El CIS estima la intención de voto del PSOE en el 26,8%, por debajo del 27,2% obtenido el pasado mes de julio. Por el contrario, el PP remonta (34%) y saca siete puntos a la formación de izquierdas.
Los socialistas, quizá previendo las malas cifras que les daría el CIS, se curaron en salud a principios de esta semana con la publicación de otro sondeo, esta vez claramente favorable a sus intereses, en la revista Temas, cuyo consejo de administración está dirigido por Alfonso Guerra. Según esta encuesta, el PSOE obtendría alrededor del 35% de los votos, entre seis y nueve puntos por encima del PP. Dichos resultados fueron celebrados por la ejecutiva federal del PSOE. El número tres del partido, Óscar López, llegó calificar aquella encuesta de "excelente" y que revela que la formación que lidera Rubalcaba "está bastante bien".
Por el contrario, el sondeo del CIS no gustó al secretario de Organización del PSOE, que atribuyó los malos resultados obtenidos por los socialistas a la ingeniería demoscópica de este organismo dependiente de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. "Se les fue la mano con la cocina del CIS. El PSOE está por delante en todos los indicadores directos", señaló López en Twitter. "La cocina del CIS estima que el PP sube y el PSOE baja, pero sus datos directos dicen lo contrario". Según esos indicadores -es decir, voto más simpatía-, el PSOE tendría un apoyo del 18,9% frente al 15,5% del PP.
Haya habido o no cocina, Rubalcaba se enfrenta a la cumbre de los socialistas que arranca mañana en Madrid con el gallinero alborotado con el debate de la primarias, algo que él pretendía aparcar hasta mediados de diciembre, y con los datos del CIS que demuestran que desde enero pasado la estimación de voto del PSOE sigue cayendo. Un 70% de los españoles considera que la labor del PSOE, como primer partido de la oposición, es mala (35,6%) o muy mala (34,9%).
Este estancamiento socialista da la razón a los que creen que es necesario agilizar la renovación del liderzago de partido, lastrado por la "mochila"-a decir de Odón Elorza- que supone que Rubalcaba fuera ministro de Rodríguez Zapatero.