VItoria. La presidenta del PP de la CAV, Arantza Quiroga, sorprendía el miércoles al tratar de minimizar el papel del PNV en la negociación con el Gobierno español sobre la Ley de Cajas y al sostener, por el contrario, que la protección de la obra social de las entidades vascas había llegado a buen puerto gracias a los populares vascos y a su labor de mediación con Madrid. Quiroga trataba de eclipsar a los jeltzales en un momento en que se cuestionaba su capacidad de influencia ante Madrid tras el encuentro discreto entre la vicepresidenta española, el PNV y el Gobierno Vasco, una cita en la que no estuvo presente y de la que solo conocía el orden del día a grandes rasgos. Su versión sobre la negociación contrastaba con el pronunciamiento de Mariano Rajoy en la sesión de control del Congreso del 19 de diciembre, cuando apostaba por trabajar mano a mano con el PNV ante la Unión Europea. En ese sentido, el portavoz económico del PNV en el Congreso, Pedro Azpiazu, aseguró ayer a Onda Vasca que los jeltzales y el grupo popular en el Congreso "vienen hablando desde hace muchísimo tiempo", y que a lo largo de ese proceso no vio "nunca" a Quiroga.
Azpiazu reconoció que el grupo del PP y el Gobierno español mostraron su "voluntad" de llegar a acuerdo, y que no hubo intermediación de Quiroga. "No ha tenido nada que ver", zanjó. EH Bildu, por su parte, exigió ayer que se convoquen de inmediato las asambleas de BBK, Kutxa y Caja Vital al entender que el acuerdo entre el PNV, el PP y el Gobierno español convertirá las cajas en fundaciones y provocará que no puedan contar con el total del accionariado de Kutxabank. "¿A quién se venderán las acciones?", se preguntaron Ainhoa Beola y Arantza Urkaregi.