madrid. La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin cargaron, a través de Aizoon, la empresa de la que son propietarios al 50%, la adquisición y montaje de hasta 72 muebles y elementos del hogar como estanterías, butacas, sofás, mesas y cortinas de lujo para su uso personal valoradas en 139.000 euros, tal y como ha desvelado el Grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional en un informe que ha entregado al juez instructor del caso Nóos, José Castro.
Según la documentación, el matrimonio llegó a adquirir a la empresa Rosa Cerveto Marta Mas S.L., a través de su empresa, una estantería de 5.895 euros, un sillón giratorio por 1.552, una mesa de aluminio por 2.665, una alfombra little flowers por 3.450, un pouf de cuero por 968, diez sillas masai de piel por un total de 9.550, dos sofás por 10.143, un mueble-bar por 6.298 y dos cortinas de estilo japonés por 5.580, entre otros numerosos artículos.
El magistrado reúne de este modo nuevos datos que apuntan a que mediante las salidas de fondos que se realizaron de Aizoon para destinarlos a gastos particulares, el matrimonio se habría se habría beneficiado a través de su empresa de los ingresos presuntamente ilícitos que recibió la misma procedentes del instituto Nóos así como del dinero supuestamente defraudado a Hacienda por parte de Aizoon. Y es que, según apuntan los investigadores, el dinero que de forma presuntamente irregular percibió Aizoon desde Nóos -en virtud de los convenios que éste suscribió con las Administraciones Públicas- no se quedó en la cuenta de la primera entidad, sino que se destinó a gastos particulares del matrimonio, como la reforma de su vivienda familiar, con el posible conocimiento del origen delictivo de los fondos por parte de la Infanta.
Es por ello que las pesquisas van encaminadas a averiguar si la hija del rey era consciente de la procedencia ilícita del dinero que recibía Aizoon, lo que permitiría dilucidar si la duquesa de Palma incurrió en un delito de blanqueo de capitales y fraude a la Agencia Tributaria.