madrid. Gritos e insultos feroces contra los dirigentes del PP obligaron a la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, a interrumpir su discurso durante la concentración organizada por las asociaciones de víctimas contra el terrorismo para reprochar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) la derogación de la doctrina Parot, y que congregó a decenas de miles de personas en la madrileña Plaza de Colón, 200.000 según los organizadores. Fue la prueba evidente de que la táctica empleada desde Génova durante la etapa de Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno español se ha convertido en un boomerang hacia el Ejecutivo de Mariano Rajoy, a quien ayer criticaron por su tibieza frente a la resolución de Estrasburgo y por la rapidez que mostró la Audiencia Nacional en excarcelar a la presa de ETA Inés del Río. Banderas preconstitucionales, cánticos demandando la indisoluble unidad del Estado español, loas a la Guardia Civil y proclamas contra el actual presidente y su predecesor, a quien acusaron de haber orquestado un "apestoso pacto" con la banda terrorista, fueron los ingredientes de una protesta de la que se descolgaron víctimas como las pertenecientes a la Fundación Buesa, y que apuestan por un análisis más "relajado" que el guionizado apenas seis días después del fallo europeo.
"Que no se arruguen ni se pongan de perfil", apeló Pedraza al Gobierno popular, asegurando que las víctimas "hemos renunciado a cualquier tipo de venganza por confianza en el Estado de derecho, y solo pedimos una cosa: justicia completa y sin mayúsculas". Eso sí, no sin autoproclamarse "el último dique de contención de la dignidad democrática en España". El ataque más duro llegó por boca de la periodista Isabel San Sebastián, que presentó el acto desde el escenario. "Que el Gobierno tarde 24 horas en ejecutar una sentencia es ignominia", dijo, antes de añadir que también fue ignominiosa la liberación del terrorista Uribetxebarria, y que provocó la fisura inicial entre este colectivo y el Ejecutivo de Madrid. Mientras una y otra aireaban sus discursos, los equipos de seguridad de los dirigentes del PP se vieron obligados a afanarse hasta lograr sacar de la concentración a aquellos que manifestaban su repulsa hacia la conducta del ausente Rajoy, a quien llegaron a tildar de "traidor", "miserable" y "marioneta" incesantemente. Entre los políticos del PP se hallaban los tres vicesecretarios generales, Esteban González Pons, Javier Arenas y Carlos Floriano; la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, para quien los jueces del TEDH actuaron como "políticos"; la alcaldesa de la capital, Ana Botella; y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; mientras que la delegación del PP de la CAV estuvo representada por su presidenta, Arantza Quiroga, y por el secretario general de la formación, Iñaki Oyarzábal; además de los eurodiputados Jaime Mayor Oreja y Carlos Iturgaiz.
"Queremos justicia, no estamos dispuestos a pasar página y olvidar lo que ha ocurrido durante los últimos 50 años, ni a blanquear la trayectoria de quienes han cometido crímenes atroces por un proyecto totalitario", argumentó Pedraza, instando a que no cesarán en su queja hasta que los excarcelados "vuelvan" a prisión "porque no merecen estar libres", y hasta "conseguir la derrota completa, definitiva y total" de los terroristas. En esta línea, instó a los jueces a "tomar la iniciativa para estar a la altura del sacrificio" de las víctimas. "¿Qué han hecho los poderes públicos todos estos años atrás para evitar esta situación tan dolorosa que estamos viviendo? Les pido que hagan examen de conciencia y nos miren a la cara, porque el dolor de las víctimas retrata a todos", cuestionó. Tras las críticas a la política gubernamental de los últimos meses, la presidenta de la AVT añadió: "¿De quién tenemos que aceptar lecciones las víctimas, de los que hicieron el Faisán?". Paralelamente, San Sebastián exigió "justicia con vencedores y vencidos", cargando asimismo contra el magistrado español del TEDH, Luis López Guerra, a quien acusó de connivencia en la resolución del organismo y con la posición del anterior Ejecutivo socialista. La intervención de Pedraza estuvo precedida por el testimonio de ocho víctimas de ETA, y de la presencia de la madre de Desireé, una de las niñas asesinadas en Alcasser, y de Maria del Mar Bermúdez, la madre de Sandra Palo. Tanto la Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo como la Asociación de Víctimas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se desmarcaron de las posiciones de desacato a la sentencia de Estrasburgo.
delegación vasca Quiroga justificó su presencia debido a que "es la democracia la que derrota" a ETA, mientras que para la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, la protesta servirá para enviar un mensaje muy concreto al TEDH y "sobre todo para ciertos magistrados". "Esta sentencia es injusta porque ha permitido que la balanza de la justicia se incline más hacia la impunidad", confesó. A su vez, Oyarzábal se mostró confiado en la política del Gobierno español para acabar con los terroristas. "El PP es sensible a las críticas y tomamos nota de todo lo que escuchamos, pero el Gobierno está actuando de acuerdo a la ley", explicó. Por último, la presidenta del Foro de Ermua, Inmaculada Castilla de Cortázar, afirmó que la derogación de la doctrina es una "pretensión" de ETA que ya incluyó en su "negociación" con Zapatero. La pelota está ahora en el Ejecutivo de Rajoy, presionado hasta tal punto que, mientras discurría la concentración, el PP colgó un tuit en las redes sociales explicando por qué está obligado a acatar la sentencia europea y recordando que con el actual Código Penal "nada de esto volverá a pasar".