GASTEIZ. El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, se pregunta a qué espera ETA para entregar las armas cuando sabe que el Ejecutivo español no va a caer en la "trampa" de hablar con una organización terrorista y no avala la tesis de que en Euskadi hay un proceso de paz en marcha.

El máximo representante del Gobierno de Mariano Rajoy en Euskadi rechaza los continuos llamamientos que se hacen desde el Ejecutivo vasco al Gobierno para avanzar, porque él considera que en el País Vasco "no hay ningún proceso de paz en marcha".

"No estamos en un proceso de paz porque aquí no ha habido un conflicto por mucho que alguno se empeñe" en hacer ver tanto en España como en el exterior que sí ha existido y que además se da "un empate infinito que sólo puede ser solucionado con una negociación entre ambas partes", teoría que, según Urquijo, "se ha conseguido desmontar".

Con ese argumento del llamado "proceso de paz" se pide también la liberación de Arnaldo Otegi, tal y como aprobó el pasado jueves el Parlamento Vasco con los votos del PNV y EH Bildu, algo que también reclama el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, cuando el dirigente abertzale "ha sido juzgado con todas las garantías y condenado por formar parte de ETA en grado de dirigente, por lo que tendrá que cumplir su pena de manera íntegra".

A su juicio, el Gobierno de España tampoco "va a caer en la trampa" de sentarse a una mesa para negociar los aspectos "técnicos" del desarme, como pide ETA, porque el Ejecutivo "no tiene absolutamente nada que hablar con una banda terrorista".

"Entiendo que ellos no quieran desaparecer sin tratar de conseguir algo, aunque sea para venderlo para consumo interno", pero con el Gobierno del PP "no va haber ningún tipo de conversación", ha zanjado.

Por ello, cree que "no tiene sentido" que tras dos años desde que ETA anunciara el fin definitivo de la violencia aún no se haya disuelto.

"No sé muy bien a qué pueden estar esperando", se ha preguntado, ya que "mientras no se disuelva y entregue las armas el Gobierno seguirá actuando desde el punto de vista policial para detener hasta al último terrorista que tenga causas pendientes con la Justicia".

En esa línea se inscriben los arrestos de miembros del movimiento de apoyo a los presos de ETA Herrira, que han sido vistas desde los partidos nacionalistas como un "obstáculo" para avanzar hacia la paz.

Del mismo modo, la Policía y la Guardia Civil seguirán actuando en Euskadi contra todo tipo de vulneraciones, como lo demuestran los 74 contenciosos promovidos por la Delegación del Gobierno en el País Vasco que están ya en los tribunales por la exhibición de pancartas a favor de los presos de ETA u otras exaltaciones del terrorismo.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado también actuarán si se intentan organizar actos que supongan menosprecio o humillación a las víctimas cuando se excarcele a presos etarras por el fin de la 'doctrina Parot'.

No obstante, pese a que la organización terrorista no se disuelve, Urquijo está convencido de que "la ETA que hemos conocido no va a volver" y que la situación actual "es irreversible", porque según algunas informaciones se calcula que en Francia puede haber únicamente "entre 10 y 20 terroristas".

"No creo que se vaya a producir una vuelta atrás" porque además la sociedad vasca no toleraría ahora un regreso a la acción terrorista y, si se produjera, cosa que ve muy improbable, se daría "un fenómeno de 'grapización" de ETA.

Carlos Urquijo es consciente, no obstante, de que en este momento las posiciones de los gobiernos central y vasco "están más alejadas", como se ha visto con la sentencia de la 'doctrina Parot'.

Pero el delegado del Gobierno espera que todas estas cuestiones no enturbien las relaciones futuras entre ambos ejecutivos.